"A mí me han llamado Nazi". Eso es lo que ha dicho en las últimas horas la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, tras los graves insultos machistas proferidos por Vox contra Irene Montero. A su juicio, la polémica alrededor de este suceso "está tomando una escalada que no tiene sentido" y ha denunciado las acusaciones que dice se han lanzado contra ella en la Asamblea de Madrid. Sin embargo, la lideresa parece olvidarse de los agravios proferidos por ella misma contra algunos dirigentes de la oposición, sobre todo de izquierdas.

Este miércoles, el Congreso se ha convertido en el escenario de una detestable escena protagonizada por la diputada de Vox Carla Toscano, quien ha vertido todo su machismo contra la ministra de Igualdad. Desde la tribuna ha asegurado que su "único mérito" en política ha sido "estudiar en profundidad a Pablo Iglesias", en referencia a su pareja y fundador de Podemos, unas palabras que han sido denunciadas por todos los grupos parlamentarios. Todos excepto la extrema derecha y a medias desde los populares.

Y es que desde la derecha han justificado de cierta forma la "violencia política" que Montero ha denunciado al respecto de las palabras de la representante ultra. Diversas voces del PP han manifestado que tanto la titular de Igualdad -impulsora y firmante de la polémica ley del solo sí es sí- como la izquierda han lanzado improperios contra los políticos de este signo. De hecho, perfiles como Elías Bendodo, Cuca Gamarra o José Luis Martínez-Almeida han apuntado concretamente a Ayuso como diana.

Esta, preguntada por lo ocurrido en la Cámara Baja, ha afirmado en las últimas horas que "está tomando una escalada que no tiene sentido" ya que ella también ha sido objeto de críticas. "A mí me han llegado a llamar en la Asamblea nazi, me han comparado con Putin, me han llamado asesina...", ha dicho para justificar su posición. "Todo esto nos debería hacer reflexionar un poco", ha señalado. Sin embargo, la presidenta regional ha lanzado numerosas acusaciones e insultos contra sus contrincantes políticos.

Los insultos de Ayuso a la izquierda

Ayuso es conocida por su tono muy duro en el pleno del parlamento regional que se celebra cada jueves. Pero en algunas ocasiones ha traspasado la línea y ha pasado de ser agresiva políticamente hablando a directamente insultar a sus rivales, candidatos a ocupar el asiento de la Puerta del Sol para dirigir la Comunidad de Madrid en las próximas elecciones de mayo. Más especialmente contra los políticos de la bancada de la izquierda madrileña, a los que se ha referido por temas personales.

Así, Ayuso ha llegado a referirse al secretario general del PSOE de Madrid, Juan Lobato, como ''el señor Juan, el del tebeo'' tras su intervención en la Asamblea el pasado mes de abril en plena polémica por la supuesta trama del hermano de la lideresa. El socialista insistió entonces que ''sigue sin responder los negocios de su hermano'' mientras él ''siempre da la cara y responde a todas las preguntas'', en referencia a sus explicaciones por Carmen López, la diputada cuya hija estaría implicada en un presunto caso de corrupción. "Tiene que leer menos cómics... No sé si es normal hablar a los de 20, 25 y 30 años con dibujos", dijo tras calificar al portavoz como "el del tebeo".

También ha sido muy hiriente con Mónica García, portavoz de Más Madrid, contra quien ha vertido innumerables ofensas. En algunas de sus intervenciones ha llegado a decir que está "desesperada", que vaya a terapia, que tiene "cara mustia" o que tanto ella como su formación dan "asquillo". También ha hecho referencia a su forma de vestir o los "tirabuzones peperos" que dice la política luce en su pelo en los plenos.

Cabe señalar que la dirigente popular asimismo ha cargado desde su llegada al poder contra los partidos independentistas catalanes, contra los representantes vascos de Bildu o incluso contra el Gobierno de Pedro Sánchez. A todos ellos les ha llamado en incontables veces "etarras", "bolivarianos" y "okupas" o ha acusado al presidente del Ejecutivo de coalición de "atentar contra el Estado de Derecho" o estar "preparando un golpe de Estado" para acabar con la monarquía.