Una de las medidas cumbre en materia educativa que anunció Isabel Díaz Ayuso para este 2025 es la implantación de la jornada partida en los colegios, una decisión que, de primeras, ya dividió a la comunidad docente y que, llegados a este punto, comienzan los preparativos para su puesta en marcha.

Fue en septiembre del pasado año cuando la presidenta del Gobierno de la Comunidad de Madrid dio a conocer esta medida durante el Debate del Estado de la Región en la Cámara de Vallecas, afectando así a los nuevos colegios de Educación Pública Infantil y Primaria en construcción; mientras, los centros con jornada continua podrán mantenerla.

Esta nueva adaptación, que entrará en vigor a partir del curso 2025/26, tiene como fin extender la jornada escolar con horario de mañana y tarde, lo que afectará a su vez a la ampliación de las jornadas laborales de los docentes, un sector que ya afronta una escasez de personal de calado en la región. De esta manera, el Ejecutivo de la Puerta del Sol pretende dar solución al “abandono escolar, mejorar el rendimiento de los alumnos, su descanso y hábitos de alimentación, luchar contra la soledad, adicciones e influencias de bandas juveniles”.

Con este telón de fondo, el Gobierno de Ayuso ya se encuentra ultimando detalles y preparativos para aprobar esta medida en los colegios de Infantil y Primaria para que pueda entrar en vigor en el curso escolar 2025/2026. En rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, el portavoz Miguel Ángel García Martín, pese a ello, no ha detallado si se verán afectados los centros concertados.

Clases de Infantil y Primaria en “dos sesiones”

El contenido del decreto autonómico, que ya ha obtenido luz verde de la consulta pública y se encuentra a la espera del Consejo Escolar regional, tiene como fin que, “por norma general”, las clases de Infantil y Primaria en centros educativos públicos “se desarrollen en dos sesiones”, es decir, por la mañana y por la tarde, con un intervalo entre ellas de “dos horas”.

Esta medida de calado se aplicará con carácter obligatorio en los nuevos centros, en los que se impartirá Primero y Segundo de la ESO y en todos los que haya un consenso con la mayoría de las familias para cambiar a la jornada partida. Mientras, los que ya tengan el horario continuado podrán mantenerlo o solicitar el consiguiente cambio.

Los docentes se decantan por la jornada continua

Cuando se dio a conocer el contenido de esta medida del Gobierno de Ayuso, los principales sindicatos educativos de la Comunidad de Madrid lo calificaron como un nuevo frente de “conflicto” con el sector docente.

Por un lado, UGT consideró que se trata de “otro ataque a las condiciones laborales” de los profesores y, a su vez, añadieron que se impulsó “sin diálogo ni negociación alguna”, a su vez que su consiguiente llevada a la práctica podría conllevar un “gran impacto sobre los horarios y plantillas” de los colegios y sus docentes.

Asimismo, desde CSIF Madrid reprocharon el “desconocimiento” de la Consejería de Educación que dirige Emilio Viciana: "Es, sin duda, lo único que parece preocupar a nuestro Gobierno, que los alumnos permanezcan más tiempo en los centros, aunque no suponga ninguna mejora en su rendimiento académico", lamentaron en un comunicado.

Bien es sabido que el modelo más extendido es la jornada continuada concentrada en el horario de mañana, siendo sus principales defensores los propios docentes y buena parte de las familias, aunque sobre estas últimas también se dan opiniones encontradas en favor de la jornada partida, que consideran que el rendimiento puede decaer.

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