El “rodillo”, como lo define la oposición, de la Comunidad de Madrid, presidida por Isabel Díaz Ayuso, llega a todos los ámbitos, aunque seguramente sean el sanitario y el educativo los ejemplos más palpable de ello o, al menos, dos de los más notorios.
El último episodio en esta línea, contra el que ha puesto pie en pared el PSOE de Madrid (PSOE-M) tiene que ver con la prohibición de la Consejería de Educación de que miembros de otros partidos acudan a la Escuela de Diseño de titularidad pública, localizada en Moratalaz, justificando que “no está permitida la realización de visitas por parte de grupos políticos a los centros educativos de la región”, según la respuesta de la administración Sol, a la que ha tenido acceso ElPlural.com.
Este modus operandi no es nuevo. Este periódico ya se ha hecho eco de otras situaciones similares, y el PP de Madrid siempre arroja la misma explicación que, sin embargo, carece de sentido para quienes hacen la petición. El diputado socialista y portavoz de Cultura y LGTBIQ+ del PSOE madrileño, Santiago (Santi) Rivero, lamenta una suerte de hipocresía de la presidenta y de su equipo.
“El otro día la propia Ayuso presentó con Topuria en programa contra las drogas, relacionándolas además con el acoso, frente a un grupo de secundaria en un instituto”, recuerda. “Nosotros entendemos que a los sitios acudan consejeros y representantes porque son del Gobierno, pero nosotros tenemos que hacer una labor de control al Ejecutivo como oposición que viene recogido en el Estatuto de Autonomías y en la Constitución”, adjunta.
En lo que al edificio se refiere, Rivero cuenta cómo éste “se está cayendo” y “lleva un montón de tiempo con el presupuesto congelado”. Como consecuencia “muchos alumnos se quedan fuera porque les es imposible sacar más plazas”. “Ayuso presume de que fomenta la danza en la Educación, pero está dejando morir infraestructuras que utiliza muchísima gente que viene a Madrid a estudiar, por ejemplo, audiovisuales”, estima, poniendo como ejemplo, además del espacio protagonista de estas líneas, la escuela de cine. “Hay muchas cuestiones respecto del mundo de la cultura”, continúa. “La gente que acude aquí en busca de oportunidades termina en la privada porque lo público no funciona”.
Derecho de admisión
El ‘derecho de admisión’ de la Comunidad de Madrid es un habitual y se ha visto en múltiples ocasiones. Sin entrar en este caso a valorar las veces que la comisión ha vetado preguntas de la izquierda que pudieran comprometer a la presidenta sobre su novio, Alberto González Amador, el chiringuito de Esperanza Aguirre en el que trabajó su sucesora, Madrid Network, y un largo etcétera, la región ha censurado en muchos puntos la posibilidad de acudir a lugares que, en teoría, son abiertos al público.
Uno de los sitios que más llamaba la atención que la región impidiera acudir a él es el hospital Isabel Zendal, que Ayuso anunció a bombo y platillo durante la pandemia pero que, en la práctica, supuso un pufo a todos los niveles. La temporada sobre el centro subía un nuevo episodio después de que se cayera un techo cuando, previamente, se había abierto aquí un centro de día para atender a pacientes enfermos de ELA, obviando que esta enfermedad se puede tratar en más enclaves públicos y con la duda de cuántos pacientes atendía.
El portavoz de Sanidad del PSOE-M en la Cámara Baja madrileña y también diputado de la formación de Óscar López ponía el grito en el cielo por lo que consideraba a todas luces un veto: “Es el único hospital al que no se puede acceder libremente. ¿Qué tiene que esconder Ayuso en el Zendal un lustro después?”.
En el aspecto educativo, la región también ha optado por dar negativas a la visita de centros de educación. Cabe recordar en este sentido que tanto Comunidad como Ayuntamiento, ambos del PP, han evitado que políticos de distinto signo fueran a colegios o institutos deficientes. “Lo hemos solicitado dentro de las competencias que tenemos en materia de conservación y mantenimiento”, indicaban desde la formación.
“¿Por qué no quieren que los grupos políticos visitemos los centros educativos gestionados por la Comunidad de Madrid, que forma parte de nuestra labor para ver cómo funcionan y hacer propuestas y mejoras respecto a su funcionamiento?”, preguntan nuevamente ahora. “Si es por el tema de que hay menores y alumnos, se podría visitar en horario no lectivo”, dicen como solución acuñando que “solo quieren reunirse con el equipo directivo”.
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