La gestión de la Generalitat de Carlos Mazón sobre la DANA continúa en tela de juicio, más aún cuando se empiezan a conocer las medidas adoptadas en materia climática y de prevención de emergencias. El papel del Gobierno valenciano ante esta catástrofe sin precedentes podría haber tenido un desenlace distinto debido a que la partida presupuestaria enfocada a las infraestructuras de barrancos y encauzamientos se redujo, al comienzo de su mandato, en casi un 50%.
Mazón, al comienzo de su legislatura y aún de la mano de Vox, eliminó de los impuestos de Patrimonio, Sucesiones y Donaciones buena parte de las partidas que iban a las inversiones de infraestructuras, encauzamientos, ramblas y barrancos de la Dirección General del Agua, según reza en la propia web de la Generalitat Valenciana.
Una reducción más que considerable del presupuesto ejecutado por el anterior Consell del Botànic de Ximo Puig, que se fijó en 37,9 millones de euros en 2023; mientras, para los presupuestos de 2024, la cuantía se redujo hasta los 19 millones, lo que es igual a un 49% menos.
Debido a que buena parte de la Comunidad Valenciana tiene zonas inundables y es un territorio proclive a sufrir DANAS fuertes, la inversión en esta materia es primordial para evitar catástrofes, o al menos minimizar su impacto, como la acontecida hace un mes atrás. Entre las inversiones que se plantearon sobre la mesa, destacaban la intervención en el barranco del Benlloch por 519.000 euros, la protección del Rio Magro por 10.000 euros o el “estudio de soluciones para la defensa contra Inundaciones de la comarca de la Vega Baja” -epicentro de la DANA de 2019- por valor de 280.000 euros, entre otros proyectos.
Estos mismos casos, con ejemplos de la presa del Buseo o el barranco del Pozalet, son de competencia autonómica, no estatal, y ambas resultaron dañadas por las tormentas torrenciales y por las cuales, debido a la devastación provocada, se han tenido que impulsar contratos de emergencia para su reconstrucción.
El contraprograma de Mazón en materia climática y de emergencias
Esta reducción presupuestaria se suma a una lista de medidas ya ejecutadas por el Gobierno valenciano a la contra de los problemas climáticos y de emergencias de este calado. Con la eliminación de la Unidad Valenciana de Emergencias -también conocida como la UME Valenciana-, una de las decisiones más criticadas en cuanto empezó a discutirse la gestión de Mazón sobre la DANA, se suman otras más que cabe repasar.
La Agencia del Cambio Climático es otra de las entidades que podría tener los días contados en la Generalitat, cuya función es coordinar y ejecutar los planes para revertir el cambio climático en la región. Con respecto a la Ley/2022 autonómica, sobre la que se concentra la Ley de Acompañamiento, se verán suprimidos en estos nuevos presupuestos el Comité de Expertos en Cambio Climático, así como la Asamblea de la Ciudadanía Valenciana por el Clima. Asimismo, en materia estricta de emergencias, cabe recordar que Mazón ya redujo dicho presupuesto a 13 millones de euros menos; unos recortes que vinieron de la mano del Plan Vega Renace por la DANA de hace cinco años atrás.
En la misma medida, y tras la gestión de esta última catástrofe, sobre el papel de la Unidad de Análisis y Seguimiento de Emergencias, un organismo paralizado durante un año y que habría sido relevante en dicha gestión, el Consell publicó a mediados de este mes de noviembre nuevas plazas una semana después de la DANA, puestos que habrían sido clave en las reuniones del CECOPI.
Sin ir más lejos, con respecto a los presupuestos de 2024, elaborados entonces por PP y Vox, se recoge una considerable rebaja de las partidas destinadas a esta materia pese a su especial relevancia con episodios como los vividos hace un mes. La Sociedad Valenciana de Gestión Integral de los Servicios de Emergencias (SGISE) -entidad pública- pasó de tener 70,1 millones en 2023 a 57,4 millones en 2024, un 18% menos; así como la Agencia Valenciana de Seguridad y Respuesta a las Emergencias (AVSRE), de percibir 97,7 en 2023 a 94,8 millones de euros este año.