Alberto Núñez Feijóo, vuelve a ponerse hoy el traje de presidente de la Xunta de Galicia para dar cuenta de los acuerdo del Consello de Goberno. A continuación, ya por la tarde, se pondrá la vestimenta de candidato único a dirigir su partido con viaje relámpago por el norte del país, para tratar de convencer a los ya convencidos y afianzar de este modo su victoria por aclamación 'popular' en el congreso de los primeros días de abril.

En esos cambios de vestuario también se observa una transformación del mensaje. Siempre, salvo en contadas ocasiones, es el mismo; lo que modifica son las formas, más 'ayusistas' o 'ultras' ante los suyos, y moderadas cuando el rol es el institucional de responsable de la Xunta.

Pero estos días, sin embargo, las maneras más neoliberales son habituales copiando, además, el mismo objetivo del que se sirve Ayuso, aunque sea para hablar de la 'no' pobreza de Madrid: Pedro Sánchez.

Feijóo no para de decir aquello de que “los españoles no llegamos a final de mes” para reclamar al presidente del Gobierno medidas urgentes “no a final de mes”, para paliar los problemas relacionados con el precio de la energía y los carburantes y su repercusión en el transporte de mercancías. En Galicia, de donde salieron los fundadores de la organización minoritaria que ha convocado los paros, se empiezan a notar sus consecuencias.

Así, algunas de las lonjas más importantes de todo el Estado se acumulan toneladas de pescado por no poder proceder a su traslado. Los ganaderos se q uejan de que pueden quedarse sin alimento para los animales, mientras que los productores lácteos hablan de parar las factorías.

En las últimas horas, tanto el secretario general de los socialistas gallegos, Valentín González Formoso, como la líder del BNG, Ana Pontón, han pedido a Feijóo que ejerza de presidente de Galicia y que adopte medidas.

Es esta una solicitud que también realizan algunos de los sectores afectados que se preguntan que, además de reclamar las medidas al Gobierno central, qué ha hecho la Xunta en el marco de sus competencias algo que, por otra parte, ya ocurrió en algunos momentos de la pandemia. 

González Formoso este miércoles por la tarde criticaba que Feijóo siga de “mítines en una campaña electoral que no existe”, recordando que mientras tanto “los transportistas entán en huelga, las granjas desabastecidas, la flota de bajura amarrada y las fábricas cerradas”.

Y el conselleiro... en Colombia

El máximo responsable del PSdeG aseguró, ante las quejas del presidente gallego de la inacción de Pedro Sánchez, que la “diferencia” entre ambos es que mientras el primero está centrado en su interés partidista, el jefe del Ejecutivo “no recorre las sedes del PSOE”.

Tal y como indicó, a diferencia de Feijóo, el presidente está en contacto con “el resto de países de la UE para convencer al Consejo Europeo de la conveniencia de bajar la fiscalidad de los combustibles, la energía y cambie la regulación del mercado energético”.

Sin embargo, insistió en que la Xunta debe “ejercer sus competencias”, también en el sector industrial para “habilitar ayudas que permitan” a los transportistas afrontar “una subida de precios que hace imposible su actividad”.

Una vez más, reclamó a Feijóo que “priorice lo importante” y volvió a subrayar las propuestas a nivel regional de su partido que pasan, entre otras cosas, por la bonificación de los peajes y precios de las ITV en un 50 por ciento para la cidadanía y un 75 para los transportistas.

A las críticas que le llueven a Feijóo por lo que desde algunos sectores sociales y políticos califican como ausencia y desgobierno de la Xunta en estos momentos tan críticos, se suma lo que ocurre con el vicepresidente segundo y conselleiro de Economía, Empresa e Innovación, Francisco Conde.

El titular de la cartera que más tiene que aportar en una situación como la actual, curiosamente, se encuentra fuera de Galicia desde principios de semana. Conde capitanea lo que se ha denominado como misión comercial formada por medio centenar de empresas y clústeres.

Se da la circunstancia de que el propio presidente gallego estaba previsto que liderase la delegación, pero finalmente se bajó del mismo a causa de los compromisos que tiene a raíz de las decisiones adoptadas en el seno de su partido y su paso para convertirse en máximo dirigente del PP.