En las últimas horas la Confederación Estatal de Sincatos Médicos y la Consellería de Sanidade anunciaron a bombo y platillo el fin inmediato de la huelga indefinida convocada el pasado 11 de abril con la citada organización. Esto era posible gracias al acuerdo al que habían llegado tras más de seis horas de reunión.

Sin embargo, no desde todos los ámbitos se observa desde una perspectiva positiva este compromiso. Los más contundentes han sido los representantes de la Plataforma Galega en Defensa da Sanidade Pública que, además, han hecho balance de los nueve días de huelga y advierten de sus consecuencias.

En este tiempo, desde su comienzo el 11 de abril hasta su final, el paro ha obligado a aplazar 1.670 operaciones, 32.696 consultas externas y 2.691 pruebas. Para los defensores de la sanidad pública estas cifras encierran “algo especialmente grave”, puesto que se van a traducir en un incremento aún mayor de las actuales listas de espera que acumula el Servizo Galego de Saúde, Sergas.

Al margen de esto, según la Asociación Galega en Defensa da Sanidad Pública, después de las jornadas de huelga, básicamente el acuerdo supone, por un lado, el aumento salarial a través del incremento del precio de las guardias y, por otro, por dar carta de naturaleza al fin de la dedicación exclusiva del personal médico que trabaja en la sanidad pública, “al generalizar el actual complemento que premia a quien trabaja solo para el sistema público”. Precisamente, tanto este colectivo como SOS Sanidade Pública se han pronunciado repetidamente en contra de este hecho. Ahora, según el acuerdo entre CESM y Sanidade, ese complemento “lo cobrarán también quienes trabajan en la privada, incrementándoles el sueldo en unos 800 euros mensuales”.

Ante esto, la Asociación “denuncia” que en medio de una situación “tan crítica para el sistema sanitario público” como la actual, este sindicato “solo buscaba una subida de sueldo del personal médico”.

El aumento de salario “es espectacular para quien trabaja en la pública y la privada”, continúa la queja que según añaden promoverá que el persoal médico del sistema público lo haga también para la privada, curiosamente en un momento de “crisis por falta de persoal”.

Tras esto arremete con más contundencia al asegurar que los intereses de CESM “no son los de la población”. No obstante, agrega que se “aprovechó” de las movilizaciones sociales para Salvar la Atención Primaria y acabar con las listas de espera hospitalarias “para sus propios intereses, creando confusión”.

La conclusión para la Asociación Galega para a Defensa da Sanidade Pública es clara. Según señalan el acuerdo alcanzado entre la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos y la Xunta de Galicia, además de “no resolver los problemas de la sanidad pública ni de la ciudadanía”, servirá para contribuir en el avance del “adelgazamiento de la misma y su privatización”.

Pero estas críticas se extienden al resto de sindicatos con representación, como la Confederación Intersindical Galega, mayoritaria en la sanidad autonómica, que incluso ha anunciado que no se descartan nuevas movilizaciones en el caso de que no se adopten medidas reales que mejoren el servicio. Esa es la principal reivindicación de este y del resto de organizaciones sindicales, ya que consideran que el acuerdo alcanzado, en realidad, se centra solo en temas de salarios y obvia y olvida las acciones necesarias para mejorar la sanidad pública de Galicia.

Los médicos MIR que desarrollan su trabajo en la región también se han desmarcado del acuerdo contra el que muestran su disconformidad