El Partido Popular a nivel nacional ha hecho de RTVE uno de sus campos de batalla contra Pedro Sánchez. Sus portavoces no han dudado en señalar, incluso, a algunos programas o presentadores para acusarlos de trabajar a favor del Gobierno de España.

Curiosa es la posición adoptada por el propio líder 'popular'. Alberto Núñez Feijóo ha cargado en varias ocasiones contra una supuesta manipulación de los medios públicos estatales, obviando que, durante sus años al frente de la Xunta de Galicia, se inició una protesta, los Venres Negros, que todavía perdura después de seis años y que protagonizan los profesionales de la radio y televisión gallegas. Se quejan, con pruebas, de que los servicios informativos y algunos programas siempre empujan a favor del PP (nacional y autonómico) y del Ejecutivo gallego, antes presidido por el propio Feijóo y ahora por Alfonso Rueda.

Mientras esto sucede, en las comunidades gobernadas por los 'populares' se está produciendo una involución en lo que a independencia y servicio público se refiere, con ejemplos claros como el que supone Telemadrid.

Ahora, en Galicia, el movimiento iniciado el año pasado por el PPdeG para cambiar la normativa que regula el funcionamiento de la CRTVG, llega a su fase decisiva y lo hace en medio de las críticas por parte de la oposición.

El comienzo ayer de su trámite parlamentario contó con la posición en contra tanto del Bloque Nacionalista Galego como del PSdeG.

El BNG rechaza la nueva normativa para los medios públicos que saldrá adelante por la mayoría absoluta del PP ya que, en palabras de la diputada Olalla Rodil, no es “transparente, plural, ni participativa".

La nacionalista criticó “el modelo de TelePP”, que calificó como "terminal de propaganda" cuyo único fin es “poner el patrimonio de todos los gallegos al servicio de sus intereses partidistas".

Curiosamente, según reveló Rodil, existe un estudio “encargado y pagado” por la propia CRTVG a la empresa Barlovento Comunicación y que “el PP ha pretendido ocultar hasta que el BNG lo reclamó” que pone de relieve que más de la mitad de la población, el 51,4%, cree que falta pluralismo en la televisión pública de Galicia”.

El ejemplo de los Premios Feroz en Pontevedra

Por lo que se refiere al nuevo modelo para los medios públicos, los nacionalistas lo rechazan porque “erosiona gravísimamente la calidad democrática”. Para la parlamentaria no es más que un “atropello y retroceso democrático"; esto es así, tal y como explicó, puesto que "incrementa el control político y partidista de los medios de comunicación públicos de Galicia", lo que se traducirá para Olalla Rodil en que el PPdeG pueda "poner a dedo a la persona que sustituya a Sánchez Izquierdo por otra que siga haciendo de correa de transmisión de los intereses del PP en los medios públicos".

Uno de los apartados que mayor rechazo ha provocado la nueva normativa desde que se dio a conocer es que “por primera vez en la historia” los 'populares abren las puertas “al uso de lenguas distintas al gallego”, denuncia la diputada autonómica. Esta novedad, además, se introduce en un momento en que “los datos del Instituto Galego de Estatística señalan que estamos en mínimos históricos, con un tercio de menores de 15 años que no hablan el idioma porque, directamente, no lo saben hablar”. Para Rodil es “una vergüenza” el trato que se está dando a la lengua gallega en los medios públicos.

Por parte de los socialistas ha sido su secretario general, José Ramón Gómez Besteiro, el encargado de mostrar su rechazo a la nueva ley.

Además de defender una radio y televisión que “sean verdaderamente públicas”, la diputada Silvia Longueira, encargada de defender la enmienda a la totalidad presentada por el PSdeG, no dudó en cargar con contundencia contra el proyecto de ley porque se trata de “un delirio de poder y control”.

A lo largo de los últimos meses, para intentar justificar el cambio, desde el Gobierno de la Xunta de Galicia y el PP se ha aludido a la modernización de la normativa actual como argumento para el cambio. Sin embargo, para los socialistas no es más que “una herramienta de control absoluto una agresión a la identidad gallega y un golpe a la libertad de información".

Otro de los aspectos criticados por BNG y PSdeG tiene que ver con los profesionales de la radio y televisión gallegas, quienes se concentraron ayer, al inicio del trámite parlamentario, para mostrar una vez más su total rechazo a la normativa impulsada por el PP.

En opinión de Besteiro, “si hay manipulación en los medios públicos, hay un intento de conformar una opinión pública a través de ellos y, por tanto, de beneficiar unicamente la posición política del PP”.

A modo de ejemplo de la censura que practica la gerencia de la CRTVG, Silvia Longueira citó los recién entregados Premios Feroz. La ceremonia tuvo lugar hace solo unos días en Pontevedra, con presencia de estrellas nacionales e internacionales del mundo del cine y la televisión. De esta ceremonia no ofrecieron detalles la radio y televisión gallegas, algo que para la parlamentaria socialista genera una pregunta que ella misma contesta: “¿Qué tipo de país decide silenciar a sus propios talentos y despreciar su industria cultural? Solo donde el Gobierno utiliza los medios como arma política contra su propia sociedad".

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