En la última semana del mes de septiembre Alberto Núñez Feijóo hacía un comentario despectivo sobre la de independencia de Televisión Española hablando de “control ferreo” por parte del Gobierno central. En ese momento, fueron muchos los que le recordaron lo que ocurre en los medios públicos de Galicia, cuyos profesionales mantienen tanto en la televisión como en la radio lo que llaman los 'venres negros', una protesta contra la manipulación informativa que está cerca de cumplir los 250 viernes y más de cuatro años de actividad.

Se podría decir que este 2022, desde este punto de vista, dara paso al próximo año de la misma manera que comenzó el uno de enero de hace casi un año: con quejas sobre la parcialidad de la televisión y radio públicas gallegas.

La última, cronológicamente, en ponerlo de manifiesto ha sido la diputada del BNG Olalla Rodil, quien en una pregunta parlamentaria pidió explicaciones al director general de la CRTVG (Corporación Radio e Televisión de Galicia), Alfonso Sánchez Izquierdo, sobre “el criterio informativo” de los medios públicos a la hora de tratar las noticias relacionadas con los partidos de la oposición.

En el caso, de las informaciones relativas a los nacionalistas, Rodil aseguró que, aunque en muchas de las comparecencias de representantes de su formación está presente un equipo de los medios públicos, después, sin embargo, sus intervenciones son “silenciadas” en los espacios informativos.

A modo de ejemplo, la diputada del BNG mencionó algunos ejemplos de esa “manipulación” y silencio informativo a los que somete a la oposición, como la comparecencia de la líder nacionalista, Ana Pontón, sobre la creación de un fondo de rescate hipotecario, ante la subida de los tipos de interés. A pesar de la actualidad del asunto, Pontón no tuvo espacio en los informativos, algo que también se repitió en días posteriores tanto con representantes de su formación, como del Partido Socialista.

Otro ejemplo llamativo se produjo el día 24 del mismo mes. La intervención en el Congreso de los Diputados de parlamentario nacionalista Néstro Rego que fue advertido por la presidenta Batet por hablar de monarquía corrupta no tuvo eco en los espacios de noticias de los medios gallegos. Sin embargo, ese día se produjo la votación de los Presupuestos del Estado y la radio y televisión gallegas, dijo Olalla Rodil, “informaron de la posición de voto del diputado de Teruel Existe". De lo que votó el BNG "no sabemos nada", añadiendo con ironía “pero a quién le importa. Total solo le votaron 120.456 personas en Galicia, ¡eh! No en Soria".

Más protestas

Y así siguió describiendo el “silencio” que también sufrió su formación a lo largo de este diciembre, con casos en los que se repitió esa misma manera de actuar de los servicios informativos.

“Ustedes tienes por ley obligación de dar cobertura a la actividad política de este país y también de su Parlamento con un criterio de pluralismo, independencia y objetividad", señaló.

Sánchez Izquierdo respondió a la diputada nacionalista asegurando que el BNG sale más de lo que le correponde, a lo que Rodil contestó diciendo que se trata más de un criterio “cualitativo” y no cuantitativo, en referencia a la importancia de las materias tratadas en la radio y televisión gallegas.

Cabe recordar que, al margen, de la protesta de los 'venres negros', son constantes las acciones contra la manipulación que sufren los medios públicos de la región, con Feijóo y el director general nombrado por él como grandes responsables en opinión de los profesionales, sindicatos y colectivos varios. El último gran acto de protesta tuvo lugar a principios del pasado mes de noviembre. Una vez más, convocados por el comité intercentros de la Corporación de Radio e Televisión de Galicia (CRTVG) se manifestaron contra “la manipulación informativa de la Xunta y el Partido Popular” en Santiago de Compostela.

El Comité denunció ese día que la dirección de la empresa había llevado a cabo "represalias" en las jornadas previas contra varios trabajadores por publicitar la protesta. Precisamente, también alertaron de que existe una ocultación intencionada de la actividad de la oposición política y de los colectivos críticos con la acción política de la Xunta, como los que defienden la sanidad y la educación públicas. Del mismo modo, pusieron de manifiesto que las informaciones negativas sobre el Partido Popular eran minimizadas para evitar su impacto.