El cuerpo representativo de la plantilla de la Corporación de Radio Televisión de Galicia (CRTVG) ha anunciado en un comunicado que la dirección de la empresa se desquita con una trabajadora por posicionarse públicamente a favor de la pluralidad y la imparcialidad en los medios públicos, así como en contra de la manipulación informativa de la actual dirección de la cadena. Esto ha provocado que el pasado día 3 de agosto se haya cumplido el undécimo viernes negro de protesta contra la adulteración de la información.

Desde la representación sindical consideran “desproporcionado, discriminatorio e indignante el expediente sancionador por falta muy grave, con riesgo de despido, incoado a una periodista por la dirección argumentando que, supuestamente, había incumplido una norma que impide usar medios de la CRTVG para participar en actos ajenos a la Corporación, en este caso maquillarse en el departamento de la cadena para presentar la gala benéfica de la Asociación Española contra el Cáncer. A pesar de que la trabajadora actuó conforme a las medias habituales establecidas y les solicitó a sus superiores los permisos necesarios para ejercer como presentadora, de forma altruista, en la gala que tuvo lugar el pasado 22 de junio“. Además, señalan en el escrito de denuncia que desde el comité se “ha contrastado que la periodista, Tati Moyano, siguió de manera escrupulosa el protocolo que emplean el resto de las profesionales que participan en este tipo de actos, incluyendo el personal directivo, que lo mismo acude a eventos remunerados sin que nunca se haya producido una reacción semejante".

De hecho, las presentadoras y los presentadores de la cadena han hecho llegar a la dirección de la empresa un escrito para solidarizarse con su compañera, en el que han argumentado que el protocolo seguido por la profesional a la que pretenden sancionar es el mismo que siempre se ha utilizado para este tipo de actos.

Además, desde el comité de empresa afirman que la “reacción desmedida de la empresa contra la trabajadora obedece exclusivamente a una represalia por haber presentado su dimisión en la labor de presentadora, como símbolo de protesta por el férreo control informativo que se ejerce desde la dirección; así como por aludir públicamente a esa situación durante aquel acto contra el cáncer, donde también estaba presente el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijòo”. Este último, añaden en el escrito, en vez de “adoptar las medidas adecuadas para erradicar la censura previa y la manipulación instalada en los medios públicos gallegos, permite que se sancione a la periodista”.

Doble vara de medir a la hora de sancionar en CRTVG

Fuentes consultadas por este medio, hablan de un posible doble rasero, por parte de la empresa, a la hora de aplicar los expedientes sancionadores a los empleados. Lo ejemplifican con un suceso reciente en la corporación. Un coordinador de área se saltaba siempre a una persona de la lista de contratación, narran a este medio. Las conversaciones telefónicas que mantenía con la empleada no eran “políticamente correctas “, con insultos e incluso vejaciones por el hecho de ser mujer. Fue entonces, continúa la fuente consultada, cuando se produjo un requerimiento a la empresa para que tomase las medidas pertinentes. La sorpresa fue mayúscula cuando lo único que hizo la entidad, a pesar de lo que estaba ocurriendo, fue apercibir al responsable por escrito, recomendándole mantener la corrección con sus subordinados. En este caso se interpuso una demanda y estos hechos están pendientes de una resolución judicial.

Llegados a este punto, solo queda señalar que llama la atención que a una profesional que, por ser imagen de una cadena, la llamen para presentar una gala por la que no ha percibido ningún tipo de remuneración le abran un expediente sancionador grave por maquillarse en el centro de trabajo; mientras que a un coordinador que le falta al respeto a una empleada, se le haga un requerimiento por escrito para recordarle que hay que ser educados.