Una vez más la televisión pública de Galicia vuelve a estar en el ojo del huracán. En esta ocasión, el motivo tiene, por una parte, nombre y apellido: Fito Ferreiro. Por otra, un motivo: denuncia por acoso.

La demanda ha sido interpuesta en el Juzgado de lo Social número 2 de Santiago de Compostela, donde se celebrará el juicio el próximo martes, 15 de junio a mediodía. En ese instante, Ferreiro describirá ante el juez la situación de acoso que sufre desde hace años por su “actividad sindical y política”. No obstante, tal vez la acusación más grave que lanza es que, “de forma especial”, estas condiciones negativas se dan por su orientación sexual. Este reportero gráfico de la Televisión de Galicia es homosexual y a su juicio esto es ha derivado en unas circunstancias de vida laboral que han trascendido a la personal.

Según describe, el acoso se inició hace 16 años, justo cuando el primer Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero aprobó la ley de matrimonio igualitario. Aunque ya llevaba tiempo en el activismo LGTBI, en precisamente en ese instante cuando hace más pública su opinión y condición con “entrevistas en medios locales, gallegos y nacionales”.

Lo que suelen hacer los acosadores es “lanzar el rumor de que has hecho algo mal, de que estás profesionalmente bajo. Por desgracia, las personas LGTBI estamos acostumbradas a esos comentarios denigrantes”. La consecuencia de esos primeros momentos de exposición pública fue el inicio de una degradación profesional evidente.

De este modo, desde la Televisión de Galicia dejan de enviarlo a hacer reportajes, viajes y eventos especiales. “He estado en Irak, Bosnia, Afganistán cuando había un conflicto me enviaban a mí, pero...”. De ahí lo trasladan al informativo de mediodía (Telexornal).

Degradación profesional

Además, tras la ley de matrimonio igualitario Ferreiro indica que solo le asignan “noticias de las denominadas ‘de color’”, es decir, informaciones de relleno que ocupan los últimos puestos en la escaleta de un espacio de noticias y que, en la mayoría de las ocasiones, ni siquiera llegan a emitirse. Asimismo, deja de hacer sustituciones por enfermedad o vacaciones en la delegación de A Coruña de la TVG, algo que habitualmente “venía realizando desde finales de los 90”.

La demora hasta decidirse a denunciar después de años de aguante se rompe “hace un año y unos meses, cuando me da un ataque de ansiedad y, tras unas pruebas, un psicólogo me revela que el acoso laboral que sufría era el problema” acumulado durante demasiado tiempo. “Me dijo: no estás loco, pero tienes un grave problema”.

En su dibujo de la narración de lo que ha vivido estos años recuerda otro episodio, el del traslado que solicita debido a la salud de su padre, ahora fallecido, que presentaba un nivel de dependencia del 69%. Lo pidió en repetidas ocasiones, pero nunca obtuvo respuesta, a diferencia de otros 8 cámaras que sí lo consiguieron en forma bien de comisión de servicio, bien de sustituciones. Y todos a la delegación de la TVG que él solicitaba.

Tuit de Fito Ferreiro en el que anuncia el paso dado con la denuncia.

Hay que decir que antes de acudir a la justicia, Fito Ferreiro ya había enviado un escrito informando a la dirección de Recursos Humanos de la cadena, además de interponer una denuncia previa ante la Comisión de Acoso de la Corporación de Radio y Televisión de Galicia, CRTVG.

“Dar este paso no es nada fácil”, reconoce a ELPLURAL.COM. En este punto recuerda que está “con fuerza” gracias, sobre todo, al apoyo prestado por FELGTB, CCOO y ALAS. “Siempre me ha apasionado esta profesión”, señala, “y creo profundamente en la labor de servicio público de la Televisión de Galicia hacia la población gallega”. Sin embargo, insiste en que “mi orientación sexual ha limitado mis oportunidades laborales y ha hecho que me estancara profesionalmente; se puede decir que han cortado mi carrera profesional”.

"Acoso, mobbing y LGTBIfobia"

La situación a la que tienen que hacer frente las personas LGTBI discurre en paralelo a la madurez propia de la sociedad. Es verdad que en los últimos años se ha avanzado en este sentido, pero la normalización de comportamientos e idearios radicales por parte de la ultraderecha de VOX ha provocado un importante paso atrás. No es difícil ver en los medios episodios de homofobia casi cada semana.

La importancia de la denuncia presentada por Fito Ferreiro como paso más para poner fin a este fenómemo está fuera de toda duda. Como él mismo subraya “hago pública esta situación de acoso, mobbing y LGTBIfobia para visibilizar el hostigamiento que sufrimos las personas LGTBI en nuestro entorno laboral”.

Es una manera de demostrar al resto de personas que lo padecen que hay una opción y esta pasa por denunciar estos comportamientos y a sus responsables. Según datos de organizaciones sindicales, el 70 por ciento de las personas LGTBI han sufrido algún tipo de acsos en el ámbito laboral, con un porcentaje muy alto (60 de cada cien) de ellas que han sentido rechazo de sus compañeros. Solo el 10% se atreve a acudir a la justicia.

En la propia TVG podría haber más casos de este tipo. “Desde que se ha sabido el mío, al menos dos personas se han acercado para interesarse” por estar viviendo situaciones parecidas, confiesa Ferreiro.

Todavía no han llegado a la fase judicial, ni mucho menos, pero sí han subido el primer escalón para hacerlo en algún momento. Al fin y al cabo, tal y como resalta, “la cúpula de la dirección del medio televisivo público gallego es homófoba”.