Es esta una de las semanas más grandes del R.C. Celta y de su ciudad, Vigo. Cumple 100 años y más allá de otras consideraciones, el celtismo quizás está más unido que nunca con su equipo y ello a pesar de que la conexión entre la afición y el propietario del club, Carlos Mouriño, no es, ni mucho menos, la mejor.

Curiosamente, en medio de la semana del centenario, y poco después de que se diera a conocer el hinmo de esta efeméride compuesto por C Tangana, y como ejemplo de la gestión que distancia al dueño del Celta de quienes acuden domingo tras domingo al Estadio Municipal de Balaidos, Mouriño negocia la salida de uno de los canteranos de oro, Gabri Veiga.

Ese es uno de los aspectos que más se critica de su gestión, es decir, actuar más como empresario que como presidente de un club histórico de la liga española.

Con este aspecto que tiene que ver con la parte económica, Ecoloxistas en Acción Galicia ha recordado que este centenario se conmemora en medio de la polémica por el proyecto de la nueva ciudad deportiva, construida en unos montes comunales de Mos, próxima a la localidad olívica y gobernada por la 'popular' Nidia Arévalo.

Es importante el dato del color político. Basta recordar la permanente polémica entre Mouriño y el alcalde de Vigo, Abel Caballero, con la amenaza, también constante del primero, de llegarse el equipo fuera de su ciudad.

Ahora, con motivo de los cien años de existencia del R.C. Celta, la organización ecologista recuerda que las nuevas instalaciones deportivas fueron “declaradas ilegales por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia en sentencia firme”. En esa resolución, el Alto Tribunal dictaminó que “los campos y el edificio construído en suelo rústico de especial protección carecían de las licencias y permisos adecuados”.

Cabe recordar que la inauguración de esa ciudad deportiva corrió a cargo del entonces presidente de la Xunta y ahora aspirante a La Moncloa, Alberto Núñez Feijóo. Fue en noviembre de 2020. Junto a él estaban el presidente del Celta y la alcaldesa de Mos, pero ningún dirigente socialista, como el alcalde vigués o la presidenta entonces de la Diputación de Pontevedra.

"Claros indicios de prevaricación"

La variable política de todo el proceso que rodea esta construcción no tiene duda para Ecoloxistas, que denuncian que la misma es el “eje central del proyecto Galicia Sport 360 que la Xunta de Galicia declaró de interés autonómico”; esta designación debe ser “retirada”, señalan desde la organización, “por ser una construcción ilegal en su origen”.

Los actos centrales de la celebración de ayer, 23 de agosto, tuvieron lugar en la citada ciudad deportiva. Este hecho resulta “especialmente vergonzoso” porque se trata de un recinto “declarado ilegal por los tribunales de justicia”. Los naturalistas consideran que esto va en contra de los propios valores del Celta, es decir, “afouteza, solidaridad y compromiso”.

En palabras de Xaquín Pastoriza, portavoz de Ecoloxistas en Acción Rías Baixas, este movimiento de declarar de interés autonómico el proyecto de Galicia Sport 360 no es más que “un intento de de burlar la acción de la justicia a Xustiza, de eludir la sentencia del Tribunal Superior de Galicia”. A su juicio, además, “hay claros indicios de prevaricación por parte de la Vicepresidencia Primera y Consellería de Presidencia, Xustiza e Deportes".

Ante esta situación, la organización ecologista hace un llamamiento a los seguidores celtiñas para que se unan a los vecinos de la comunidad de Tameiga y a distintas entidades en el rechazo de los actos que se lleven a cabo en estas instalaciones; no es más que “un lavado de cara de una 'desfeita' ambiental y urbanística en los montes de Mos, con la complicidad de la Xunta y del propio concello”.

Hay que recordar que desde la adquisición del club por parte de Mouriño han sido numerosas las polémicas en las que se ha visto envuelto. En clave política, nunca ha ocultado con palabras y, sobre todo, con hechos su proximidad al Partido Popular y más allá de lo ocurrido con la nueva ciudad deportiva o las polémicas con Abel Caballero, en febrero de 2019, Pablo Casado, en aquel momento presidente del PP, participó en un acto político de su formación en la sede del R.C. Celta situada en la comercial calle del Príncipe, provocando la protesta de muchos aficionados.

Los actos del centenario no han hecho más que arrancar, de ahí que se esperen más acciones de protesta y polémicas a causa de la gestión de la propiedad del club. No obstante, al final, más allá de otras consideraciones, todo dependerá de que el balón entre en la portería contraria; si esto es así, las aguas seguirán bajando más o menos calmadas para el dueño del Real Club Celta de Vigo.

Quienes no dejarán de defender sus montes, como vienen haciendo desde hace años, son los vecinos que forman parte de la Comunidad de Montes Vecinales en Mano Común de Tameiga, a la que pertencen los terrenos donde se han levantado las instalaciones de la ciudad deportiva del Celta y en los que ahora se quiere desarrollar el proyecto Galicia Sport 360, bajo el paraguas de la Xunta de Galicia presidida por el 'popular' Alfonso Rueda.