Nada hacía presagiar que aquel 24 de julio de 2013 Galicia volvería a teñirse de negro. El accidente del tren Alvia, ocurrido en Angrois, devolvió la tierra de Breogán a los titulares. Ochenta y una personas perdieron la vida; 144 resultaron heridas.

Hoy, ocho años después, las víctimas siguen reivindicando justicia para quienes vieron truncado su destino en la curva de A Grandeira.

Juicio en 2022

El primer trimestre de 2022 está marcado en rojo en sus calendarios. Previsiblemente, será entonces cuando se celebre el juicio. Esta semana el magistrado Andrés Lago Louro ha ordenado la apertura de juicio oral contra los dos únicos acusados, el maquinista, Francisco José Garzón, y el exdirector de seguridad de ADIF, Andrés Cortabitarte. La Fiscalía pide cuatro años de cárcel para cada uno y que Garzón sea inhabilitado para su profesión durante el tiempo de condena.

Sin embargo, la Plataforma de Víctimas Alvia 04155 tiene claro que el fallo humano no fue la única causa del accidente de Alta Velocidad, sino la consecuencia de un “comportamiento negligente” de Adif, Renfe y Fomento.

Por esta razón lleva casi tres mil días tratando de “desmontar la verdad oficial” y de lograr que se realice una investigación técnica independiente, como ya ha reclamado la Unión Europea.

Responsabilidades políticas

El juez y la Audiencia también les ha dado la razón, corroborando que “la línea no era segura” y que “existía un riesgo único que la hacía altamente vulnerable y peligrosa ante el fallo humano”.

“No se realizó el análisis de riesgos perceptivo”, denuncia a ElPlural.Com el presidente de la plataforma de Víctimas, Jesús Domínguez, que subraya que ha quedado demostrado que “el accidente no hubiese sucedido si Adif hubiese gestionado el riesgo de exceso de velocidad”.

A lo largo de todo este tiempo de lucha han ido conociendo hechos y conductas “muy graves” que, saben, “jamás se juzgarán en los tribunales, pero sí tienen una clara responsabilidad política”.

En este sentido, recuerdan desde la entidad como José Blanco, hoy consejero de Enagás, publicitó a bombo y platillo unos sistemas de seguridad en la nueva línea de alta velocidad que se demostró “no eran verdad”.

Siendo ministro, apuntan, “también autorizó el cambio de proyecto original, suprimiendo el sistema de seguridad en el tramo más peligroso, donde aparece la primera curva después de una larga recta; un proyecto que llevaba años aprobado y en ejecución”. “Hasta se jactaba de haber adelantado los plazos”, lamentan.

La plataforma denuncia que en su afán por llevar la alta velocidad a Galicia encomendó la fabricación de “un tren único en el mundo”, cuyo diseño hizo que las consecuencias del accidente fueran posiblemente mucho más graves, como insinuó la Agencia Ferroviaria Europea (ERA), que mostró su “preocupación" porque “la autorización del tren no hubiera sido conforme a la legislación de la UE”.

Otro de los responsables políticos a los que señalan las víctimas es Ana Pastor, actual vicepresidenta del Congreso de los Diputados. “La persona que más ha trabajado desde las instituciones públicas para ocultar las causas de la tragedia”, aseguran.

De ella, sostienen, “ha mentido a las víctimas y a la ciudadanía, prometiendo, en privado y en sede parlamentaria, una investigación técnica independiente y plena colaboración con la justicia que nunca ha llegado”.

El presidente de la Plataforma rememora que ha habido varios autos judiciales que han señalado la falta de colaboración de Fomento, Renfe y Adif y precisa que “altos cargos que estaban bajo el mando de Pastor se negaron a declarar” y que esta no solo no les cesó, sino que “premió a algunos de los responsables”.

Pastor, además, defienden las víctimas, encargó “una auditoría interna en Fomento que aseveró que se había cumplido la normativa”, a lo que hay que añadir las presiones que, siendo ella ministra, “hubo a la UE para ocultar un informe clave de la ERA”.

Meses después, “logramos un demoledor informe que desmontaba la verdad oficial, la que defendía que se hizo una investigación independiente, que el maquinista era el único responsable y que el accidente no era de Alta Velocidad.

Pero la Plataforma va todavía más allá y apunta que durante su mandato se desconectó el sistema de seguridad ERTMS, que hubiera alertado al maquinista, porque generaba retrasos y se obvió un aviso que realizó por escrito un jefe de maquinistas advirtiendo sobre el peligro en Angrois.

A todo esto hay que añadir “otra prueba más de las responsabilidades políticas de ambos: los procedimientos de infracción que la UE ha abierto a España por incumplir la normativa de seguridad”. “No asumieron responsabilidades y optaron por el camino más fácil e indigno. Trataron por todos los medios de contaminar a la opinión pública, culpabilizando al último eslabón de la cadena, el maquinista”, concluye Domínguez.

Actos de homenaje

Las reivindicaciones de las víctimas, ahogadas entre tantos otros titulares, suenan este sábado más fuertes en el marco del programa de actos que se ha organizado para conmemorar el trágico suceso.

Está convocada una manifestación desde la estación de tren de Santiago hasta la Praza do Obradoiro, donde, un año más, se dará lectura a un manifiesto, a las 12.00 horas.

Programa de actos del octavo aniversario del accidente de tren Alvia

Por la tarde, a las 18.00 horas se celebrará una misa en la iglesia de Sar y a continuación, a las 19.30 horas, habrá una concentración y un homenaje a las víctimas en el campo da festa de Angrois.

Los actos terminarán el domingo con un encuentro familiar en el denominado 'Xardín do Recordo', también en el Pazo de Faramello.