La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha sido recibida esta mañana entre gritos a su llegada a Leganés, donde la líder regional ha presidido de manera extraordinaria la reunión del consejo de Gobierno. En la ciudad madrileña se han entremezclado abucheos de los detractores de la líder regional, que le han preguntado "dónde está el dinero de las mascarillas" y aplausos de unos pocos simpatizantes.

La jefa del Ejecutivo regional, arrinconada por el escándalo que salpica de nuevo a su entorno -esta vez a su pareja- se ha desplazado este miércoles a Leganés, donde celebra de manera extraordinaria el consejo de Gobierno. Los vecinos del municipio madrileño, sin embargo, no han regalado una cálida bienvenida a Ayuso. Si bien es cierto que un grupo de ciudadanos ha celebrado su presencia con gritos de “presidenta, presidenta”, otros le han recordado las comisiones por la venta de mascarillas que se ha embolsado presuntamente su novio, Alberto González.

División total en Leganés en los comités de bienvenida a la presidenta regional. Las proclamas de los partidarios de Ayuso se han ensordecido bajo los abucheos y los cánticos contra su gestión de las residencias durante la pandemia y la trama de mordidas en la compraventa de material sanitario en los momentos más duros de la crisis por el coronavirus. “Dónde está el dinero de las mascarillas”, le gritaban algunos de los vecinos, respaldados por la Marea de Residencias.

Enfundados en camisetas que recordaban los 7.291 fallecidos en las residencias de la Comunidad de Madrid, los activistas se acercaban a la presidenta mientras era recibida por el alcalde de Leganés, Miguel Ángel Recuenco (PP). Un momento de pura tensión que ha desembocado en algún que otro conato de enfrentamiento. De hecho, los portavoces de la Marea han denunciado que los miembros de seguridad les han empujado con gran fuerza. “No íbamos con intención de nada, sólo enseñar las camisetas”, recuerdan desde la plataforma.

Una “provocación”

De hecho, la concejala de Podemos Leganés Alba Pulido ha acabado por los suelos. “Le he dicho por qué viene a Leganés, si en campaña dijo que era sucia, tétrica y gris”, ha explicado según recogen medios locales, al tiempo que explicaba que le han empujado “contra la valla del jardín” y le han arrebatado la camiseta “tirándola lejos”.

La portavoz de Más Madrid, Victoria García, también fue abucheada y zarandeada “por afiliados del Partido Popular”, según han denunciado desde la formación. La oposición en bloque ha descrito la visita de la presidenta regional como una provocación, lo que les ha conducido a exigir explicaciones a la corporación municipal por la celebración del consejo de Gobierno en la localidad.

García ha calificado de “vergüenza” ante la “falta de empatía y gestión” de la presidenta autonómica, especialmente en lo que respecta a las residencias de mayores. “En Leganés ya era un desastre y sigue siéndolo”, precisó la portavoz de Más Madrid, quien ha recordado la tormenta de escándalos que arrincona a Ayuso tras la acusación a su novio y otros escándalos que han salpicado a su familia.

El edil del PSOE Javier Márquez se ha referido a la vista de Ayuso en idénticos términos que la portavoz de Más Madrid, asegurando que es “una vergüenza”. “Esto es increíble, tenemos que hacer justicia por todas estas personas que fallecieron”, verbalizó el concejal socialista en Leganés, quien también ha denunciado agresiones a manos de “afiliados y miembros del equipo de Gobierno” del PP. “Nos han arrollado y empujado”, ha puntualizado.

La tormenta perfecta

A partir de las 13:00 horas, la presidenta regional comparecerá ante los medios de comunicación, toda vez haya concluido el cónclave del Ejecutivo regional. Lo hará en medio de un temporal informativo que pone contra las cuerdas a su pareja, Alberto González. Según las últimas informaciones, el novio de la presidenta es propietario de dos sociedades que se valieron de facturas falsas para desviar beneficios millonarios de la venta de material sanitario en los meses más duros de la pandemia. 

De los 2,33 millones de euros que facturó en 2020 la principal empresa de González Amador casi el 85%, 1.973.000 euros, procedieron, según explicó el empresario a Hacienda, de una única operación: un contrato por “intermediar” para la empresa española FCS en la compraventa de productos sanitarios, como guantes y mascarillas para la protección frente al coronavirus.

Fruto de esta intermediación, el 5 de mayo de 2020 consta en el capítulo de ingresos de su empresa 834.320 euros bajo el concepto “comercialización de clientes” y la misma referencia figura el 5 de agosto de ese ejercicio para justificar otros 1.138.680 euros. Desde la Agencia Tributaria hicieron manifiesto de su sorpresa en el informe debido a que la firma de González Amador aparece como "un mero intermediario" que se limitó a "poner en contacto las dos partes que vayan a formalizar la compraventa de los productos"; a su vez, matizan que "en ningún caso" figuraría "ni como comprador ni como vendedor ni como parte del acuerdo".

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