Sólo unas horas después de clamar contra los intolerantes durante el acto de entrega del honoris causa póstumo a Miguel de Unamuno como “acto de reparación por el destierro injusto” que sufrió el célebre rector de la Universidad de Salamanca a consecuencia de su oposición a la dictadura de Primo de Rivera en 1924, el hasta hoy rector de la USAL, Ricardo Rivero, ha comunicado, sorpresivamente, su dimisión del cargo que ocupaba desde 2017.

Rivero afirma que su decisión venía siendo sopesada desde hace tiempo y que sus motivos son personales, por un lado, con el objetivo de retomar su labor académica y estratégicos, por otro, puesto que se enfrentaba a la renovación de Claustro y estatutos, si bien, a nadie se le escapa que la dimisión, a mitad de su segundo mandato, llega sólo nueve días después de los graves ataques a su persona y a la institución por parte del líder de Vox, Santiago Abascal.

Los ataques de Vox

Fue el pasado 26 de febrero cuando el presidente de los ultraderechistas, en mitad de una cumbre de la Unión Conservadora Estadounidense, se refirió a la Universidad de Salamanca entre otras instituciones académicas para calificarlas de “máquinas de censura, coacción y antisemitismo”.

“Queremos universidades que sean templos del saber, de la libertad de pensamiento, de la transmisión de conocimiento y no queremos comisarios perturbados que inventen géneros y perviertan la inocencia de nuestros menores o que reescriben la historia o que promuevan ideologías criminales”, llegó a decir Abascal, palabras que remachó luego la cuenta de Vox en Twitter, citando expresamente al rector, al que se dirigía como ‘Estimado’, con un post que compartía desde Castilla y León el vicepresidente de Mañueco, Juan García-Gallardo.

“Has condecorado a un colaborador de los narcos que demoniza la historia de España. En tu universidad hay ‘masters’ para estudiar géneros inventados y esparcís la doctrina woke totalitaria como si fuera ciencia”, decía el tuit compartido por Gallardo. “@Santi_ABASCAL elogió la historia de la Universidad de Salamanca, que está muy por encima de tu decadente rectorado e ideología”.

Los furibundos ataques de la ultraderecha tuvieron su respuesta por parte del propio rector, que en un comunicado acusaba a Abascal de “irresponsable ignorancia sobre la vida institucional de una Casa de estudios donde las más diversas opiniones y puntos de vista se expresan todos los días” y abogaba por el “respeto a las personas, la democracia, el pluralismo y la defensa de la Constitución”.

Rivero incidía, además, en la incongruencia manifestada por la ultraderecha realizando esas declaraciones fuera de un país en el que, puertas adentro, proclama el patriotismo, mientras “quien insulta desde la falta de información a nuestra Universidad, al fin”, decía, “demuestra poco aprecio por la imagen internacional de España”.

Apoyo político y académico

Además del apoyo manifestado esta misma mañana, al conocerse la noticia, por parte del alcalde, Carlos García Carbayo, y el rector de la Universidad Pontificia de Salamanca, Santiago García-Jalón, Rivero ha recibido el respaldo a su figura y su labor desde los grupos de la oposición en las Cortes de Castilla y León: tanto Luis Tudanca desde las filas del PSOE como del exvicepresidente del Gobierno autonómico y procurador Francisco Igea.

Tudanca, que anuncia la presentación en el Parlamento autonómico de una propuesta para reconocer y apoyar a la universidad salmantina, califica de  “absolutamente intolerable” el discurso de Abascal, “cuando hablamos”, señala, “de uno de los símbolos de nuestra comunidad, de la universidad más antigua de España, de un referente internacional de nuestra tierra”.

En opinión del líder socialista, “esta declaración no puede quedar impune”, de modo que el PSOE pedirá al Pleno de las Cortes “que se pronuncie para mostrar el apoyo absoluto y total a la Universidad de Salamanca” y a su rector.

Similar ha sido el pronunciamiento de Igea, que, además de agradecer públicamente a Ricardo Rivero su “enorme trabajo”, ha recomendado repasar el discurso pronunciado ayer por el rector durante el acto de homenaje a Unamuno.

“Un mensaje certero, inteligente, brillante, sobre el peligro de la intolerancia y la obligación de los universitarios y universidades de alzar la voz ante los intolerantes”, ha señalado Igea, “nadie sabía ayer que hoy Ricardo presentaría su dimisión, pero no puede haber mejor broche como final de su carrera como rector de la Universidad de Salamanca”.

Vean el discurso de ayer y recuerden las palabras de Abascal y de Gallardo en estos días. Igual entienden muchas más cosas de las que yo les puedo resumir”, ha concluido.