En una pequeña sala de cine poco comercial en el centro de Valladolid, ciudad en la que el próximo día 10 se celebrará la gala de los Premios Goya, se han dado cita este miércoles algunas de las caras más conocidas del ecosistema cultural de la ciudad para manifestar su apoyo a la manifestación cívica —convocada por los sindicatos y respaldada por los partidos de la izquierda— que coincidirá con el evento de la Academia, así como para denunciar “la degradación del contexto político y social” en Castilla y León y pedir “respeto” al Gobierno autonómico que dirigen derecha y ultraderecha en la comunidad.

Allí, en el chiquitito patio de butacas de los cines Casablanca, levantaban la voz asociaciones de artistas visuales, músicos y representantes del sector de las artes escénicas para reclamar el fin de lo que consideran “menosprecio” de la Consejería de Cultura del Gobierno de Alfonso Fernández Mañueco, en manos de Vox, que, tras casi dos años de legislatura, no ha convocado a reunión alguna a estos colectivos ni los escucha.

“Tranquilo, majete, en tu sillón”

Los Celtas Cortos; Concha Gay y Gloria Reguero, de la Mesa Sectorial de Arte Contemporáneo; Javier Carballo, actor y cantante de los icónicos “Pichas”; Óscar Sancho, en nombre de los músicos de la comunidad y Carlos Tapia, en nombre de la patronal de Artes Escénicas en Castilla y León, se sumaron a los secretarios generales de CCOO, Vicente Andrés, y UGT, Faustino Temprano, en el llamamiento a la ciudadanía, que desvinculan de la entrega de los premios Goya, pero cuyo escenario emplean con la esperanza de amplificar su mensaje.

“A quienes ese día se queden en casa”, señalaron, “sólo podemos aplicarles el famoso ‘tranquilo, majete, en tu sillón’ de los Celtas Cortos”, si bien, reconocen que “pedirle a la ultraderecha que esto cambie es misión imposible”.

Toros y conciertos en la Sierra de la Culebra

La única exposición financiada con recursos públicos, organizada y publicitada en la revista de la Consejería de Cultura, entre más de 500 actos previstos en la comunidad en el último mes, está relacionada con la tauromaquia, denunciaba Reguero, mientras Sancho incidía en el hecho de que “desde Vox se nos falta al respeto constantemente, como cuando organizaron aquel concierto para sus amigos después de los incendios de la Sierra de la Culebra que finalmente se canceló”.

“La misión del arte es ponerle un espejo a la sociedad”, recordaba el portavoz de los músicos, parafraseando a Harry Belafonte, durante este acto en el que se reclamó la defensa de la libertad de expresión, la mejora de los presupuestos públicos para dar cabida a todas las propuestas artísticas, la obligatoriedad de los concursos públicos para la cobertura de puestos en los contenedores culturales de Castilla y León, la lucha contra la desigualdad de género en el sector y la creación de una comisión autonómica con participación de los profesionales, además del apoyo público a todas las iniciativas, sin ignorar las que no cuadran con la ideología de la ultraderecha, al timón del sector.

La censura

La denuncia de los profesionales de la cultura tuvo una referencia expresa a la decisión de la Junta de Castilla y León de impedir la retransmisión de un concierto de la Orquesta Filarmónica de Berlín organizada por la Federación Provincial de AMPAs de Centros Públicos de Palencia, prevista este martes 30 de enero, con motivo del Día de la Paz, alegando que el acto, en apoyo a las víctimas del conflicto en Gaza, tenía una “connotación política inapropiada” para un centro educativo.

“Es escandaloso. Me aterroriza”, concluyó Reguero, “no había visto estas cosas, estos niveles de censura, desde mi infancia”.

“El maltrato a las artes escénicas”, concluyó Carballo, “no es de ahora, viene de muy atrás en Castilla y León; la degradación y la censura son lamentables en el mundo del espectáculo, de modo que ya, ni se puede salir en calzoncillos al escenario. ¿La libertad es no poder hacer un concierto por la paz?”, se preguntó.