El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, durante la comparecencia que ha celebrado tras conocerse la propuesta de Junts pel Sí (JxS) y la CUP que declara el inicio del proceso de creación de la república catalana. EFE

 

 


No lo ha podido evitar, Mariano Rajoy como presidente del Gobierno y desde la sede oficial del Gobierno, ha vuelto a utilizar el tema catalán en clave electoral. Era obligado que el presidente del Gobierno realizara una declaración institucional ante la crisis política más grave que afronta España en las últimas décadas, pero al Partido Popular le dio buenos frutos electorales la campaña contra el Estatut en 2007, la recogida de firmas en mesas 'petitorias' estilo 'día de la banderita' o los anuncios radiofónicos de Javier Arenas en Andalucía culpando a Zapatero de quitar dinero a los andaluces para dárselo a los catalanes. Zapatero no obtuvo mayoría absoluta en 2008 por el irresponsable uso de la demagogia anticatalanista, por eso las frases de Mariano Rajoy "yo garantizo" o "mientras yo sea presidente del Gobierno" indican que, una vez más, el PP cree que esta grave crisis a la que no ha querido buscar solución política, le dará votos en las elecciones generales.

"Acto de provocación"
En el plano institucional Rajoy afirmó que "esta iniciativa no puede calificarse más que como un acto de provocación de quienes pretenden saltarse la Ley", al tiempo que añadió que "deben saber que no lo van a lograr" porque van "en contra de la mayoría" de catalanes, españoles en contra de la ley. Rajoy advirtió que el Gobierno utilizará todos los recursos políticos y jurídicos que tiene el Gobierno para que la declaración de independencia nunca sea real. Aunque inicialmente los servicios de la Moncloa advirtieron a la prensa de que se trataría de una declaración institucional sin preguntas, Rajoy finalmente admitió solo una: "¿Qué piensa hacer para hacer cumplir la ley?", preguntó Carmen del Riego de La Vanguardia. Rajoy contestó  que con la Constitución y que con la reforma del Tribunal Constitucional, que le faculta para destituir a presidente autonómicos democráticamente elegidos, y que solo se aprobó con los votos del PP y en medio de fuertes críticas del resto de partidos, de asociaciones de jueces y de los propios magistrados del Constitucional.

O yo o el caos
En la lógica y obligada declaración institucional de Rajoy se incluyeron afirmaciones claramente electoralistas: "Mientras yo sea presidente del Gobierno España será un país unido delibres e iguales". Un indiscutible eslogan electoral como si nadie más que él fuera capaz de garantizar la unidad de España cuando ha sido precisamente bajo su mandato como Presidente del Gobierno y no con ningún otro cuando se ha llegado a esta situación límite. El 'yoismo' se repitió hasta el final, hasta el punto de que de nuevo aprovechó la única pregunta que aceptó para volver a colgar el eslogan electoral: "yo garantizo que eso que se dice en esa resolución no se cumplirá". Como presidente del Gobierno ya es responsable de que la crisis catalana haya llegado a una situación impensable hace 4 años.