El Pleno del Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado de forma definitiva este viernes el Plan de Acción sobre Drogas y Adicciones 2025-2028 (PADAB 2025-28). La iniciativa del Gobierno municipal ha recibido el apoyo de ERC y Junts, el voto en contra de PP y VOX y la abstención de Barcelona en Comú. Entre las prioridades de este programa destacan la propuesta de alcanzar un acuerdo de ciudad para desnormalizar el consumo de alcohol mediante la prevención, la reducción de la accesibilidad a través del control de la venta y la publicidad y la creación de alternativas de ocio saludable.

El PADAB 2025-28 es el undécimo plan que impulsa Barcelona para combatir las drogas y las adicciones desde 1987. Este pone el foco en la promoción de la salud, la prevención, el tratamiento y la reducción de daños con una perspectiva transversal de género, interseccionalidad y equidad. Una de las novedades del documento es la incorporación de los llamados objetivos de gobernanza, que implican consenso, coordinación e implicación conjunta entre administraciones y diversos actores institucionales y sociales.

Un plan estructurado en cinco grandes y casi 150 objetivos

Este programa se articula en cinco grandes ejes y cuenta con cerca de 150 objetivos. Las líneas estratégicas incluyen medidas para reducir oportunidades e incentivos al consumo de alcohol y otras drogas, fomentar la prevención en distintos entornos comunitarios y reforzar la red asistencial, sanitaria y social. Asimismo, recoge actuaciones para luchar contra el estigma y favorecer la integración en una comunidad inclusiva, así como para potenciar la vigilancia y monitoreo de consumos con el fin de anticiparse a nuevas necesidades.

El nuevo plan contra las drogas y las adicciones ha sido elaborado mediante un proceso participativo liderado por la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB) del que han formado parte alrededor de 300 personas, entre profesionales, responsables políticos y ciudadanos. Para ello, se han realizado jornadas, sesiones de trabajo y grupos de discusión. 

En el proceso también han intervenido áreas y organismos del Ayuntamiento de Barcelona y del Govern de Cataluña, el Consorcio Sanitario de Barcelona y la Subdirección General de Adicciones, VIH, ITS y Hepatitis Víricas de Salud de la Generalitat. Además, ha contado con la participación del Grupo de Drogodependencias del Consejo Municipal de Bienestar Social, que aglutina a las principales entidades del tercer sector en el ámbito de las drogas.

Una estrategia que ha evolucionado en sus cerca de 40 años de historia

La estrategia contra las drogas y adicciones de Barcelona tiene casi 40 años de historia en los que ha ido evolucionando para adaptarse a los nuevos desafíos. Algunos ejemplos de estos son las adicciones comportamentales vinculadas al juego o las nuevas tecnologías y la aparición de sustancias como los cannabinoides sintéticos y semisintéticos. Además, cabe destacar los cambios en los patrones de consumo como el auge de los estimulantes, el uso inhalado en lugar del inyectado, o fenómenos emergentes como el Chemsex (consumo sexualizado de sustancias psicoactivas).

Para afrontar estas nuevas realidades, el plan incluye medidas como el refuerzo de los sistemas de vigilancia, la consolidación de alertas tempranas y el desarrollo de acciones preventivas. Igualmente, pretende adecuar los espacios de consumo supervisado y de postconsumo a las necesidades actuales e impulsar programas específicos de reducción de daños y formación especializada para los profesionales.

Refuerzo del apoyo a las familias

El Plan de Acción sobre Drogas y Adicciones 2025-28 también reconoce el papel clave de las familias y promueve su acompañamiento, orientación y apoyo. Entre las acciones previstas se encuentra la creación y difusión de un mapa de recursos preventivos y asistenciales, el trabajo conjunto con las Asociaciones de Familias de Alumnos (AFA) y otros actores del entorno escolar para fomentar la prevención, la ampliación de recursos terapéuticos dirigidos a las familias y el respaldo tanto a entidades como a grupos de apoyo mutuo que trabajan con personas con consumos problemáticos y sus allegados.

Asimismo, se incluye el refuerzo del Servicio de Orientación sobre Drogas (SOD), un recurso gratuito de referencia que atiende a adolescentes y jóvenes menores de 21 años, así como a sus familias. El SOD ofrece orientación sobre consumo de sustancias y uso problemático de tecnologías, y también da apoyo a familias que acuden de forma autónoma. En estos casos, el servicio facilita herramientas para la prevención desde el entorno familiar, ayuda a gestionar la preocupación y ofrece pautas para identificar señales de alerta y saber cómo actuar en situaciones de riesgo.