La imposibilidad de que Artur Mas logre una mayoría absoluta en el Parlament, dada la claridad con la que la CUP dijo que en ningún caso le ofrecerá el apoyo de sus diputados (10), ha provocado que sólo doce horas después de las elecciones empiecen a verse las quiebras en la coalición que, quizás irónicamente, lleva en su nombre la palabra 'Junts'.

Convergencia se pone la venda antes de la herida

Y quien ha olido primero la realidad de la situación y ha advertido de su negativa a sacrificar a su líder ha sido la propia Convergencia. Y lo ha hecho a través de su coordinador general, Josep Rull, reconvertido en portavoz. "Mas debe seguir en primera línea", ha advertido. Y luego, dejando evidente que hay razones para dudar de su suposición, ha recalcado la petición a la CUP de que sea "generosa" a la hora de negociar el gobierno que debe salir del nuevo Parlament: "nuestro objetivo es el mismo", ha querido recordar al partido de izquierdas.

Junts pel Sí hablará con la CUP pero recalca que Mas es candidato a president... al menos de momento. Foto EFE



Artur Mas, después, en una comparecencia junto a sus socios de ERC, Junqueras y Romeva, sin poner su nombre por medio, por supuesto, ha hecho a la CUP una pregunta muy directa: ¿están dispuestos ahora a impedir el proceso independentista con su resistencia a negociar?

Más recuerda que su nombramiento como presidente está en los acuerdos previos
Los periodistas insistieron hasta tres veces preguntando a Mas: ¿Estaría dispuesto a dar un paso atrás para que fuera posible un acuerdo con la CUP? Sin contestar directamente, Mas sí ha recordado que parte del acuerdo entre Convergencia y ERC para montar el 'Junts para sí' era precisamente que él fuera el presidente.

Pero la CUP, que con sus 10 escaños es el grupo más pequeño en el Parlament, pero decisivo, ha insistido esta mañana de lunes. No se mueven: Artur Mas no es negociable. Y lo han dejado expresamente claro: ninguno de sus diputados, Más no necesitaría el apoyo de todo el grupo, va a contribuir a su investidura. Lo dijeron durante la campaña. Lo han repetido tras las elecciones.

La CUP no prestará ni uno de sus escaños a Mas
Esa, han advertido los de Antonio Baños, va a ser una de sus exigencias en cualquier negociación. La otra, desobedecer cualquier ley que consideren injusta con el pueblo catalán. Y para sacar adelante sus exigencias, saben en la CUP que su simple abstención a la hora de votar al President, dejaría a Mas con 62 votos a favor.., y 63 en contra, el del bloque no independentista.

¿Y Esquerra Republicana? ¿Qué dicen los socios de Mas, que se encuentran con él en medio del bloqueo anunciado? Se mantienen cara a la opinión en sus compromisos. Oriol Junqueras, en una entrevista en LaSexta, quería sonar contundente: "Nuestro candidato es el president", ha dicho. Pero cuando le aprietan y le recuerdan que eso puede resultar imposible con la negativa de la CUP se muestran más evasivos.

En ERC susurran, que "esto no va de nombres"
Su portavoz, Sergi Sabrià, menos obligado que Junqueras, reconocía hace unas horas que "no evalúan la posibilidad" de no apoyar a Mas, pero sin dejar otra idea menos contundente en favor del President y número 4 de la lista independentista: "Esto no va de nombres, contamos todos y contamos con todos".