El magistrado del Tribunal Supremo (TS) Pablo Llarena ha aplazado hasta el próximo 9 de noviembre las comparecencias de la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, y de los otros cinco miembros de la Mesa de la cámara catalana. El motivo que ha provocado esta decisión es que los abogados de los diputados del Parlament investigados por los presuntos delitos de rebelión, sedición y malversación han alegado que no han tenido tiempo para preparar la defensa ya que se les ha notificado la citación con muy poco tiempo de antelación, que además, incluía un día festivo.

Al respecto, el Ministerio Público no se ha opuesto a la petición de las defensas y ha dejado esta solicitud al criterio del juez.

El fiscal no se ha opuesto a ese aplazamiento, pero ha pedido como medida cautelar la vigilancia policial para los seis, y el juez la ha acordado. Esa vigilancia no se realizará de forma presencial, sino mediante la localización del domicilio y de un teléfono móvil para que la Policía pueda realizar controles de permanencia, según el abogado Javier Melero, que defiende a Lluís Corominas y Lluís Guinó. El letrado ha reconocido que la estrategia del expresidente Carles Puigdemont, quien ha rehusado comparecer ante la Audiencia Nacional, perjudica a la estrategia de los demás investigados.

Varios de los abogados que defienden a los miembros de la Mesa han salido corriendo hacia la Audiencia Nacional puesto que también representan a algunos exconsellers, como es el caso del letrado Andreu Van Den Eynde, que defiende a Forcadell, al exvicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, y a todos los investigados de ERC.