Colchones de menos de un palmo, somieres como piedras, escaso espacio, comiendo siempre lo mismo, falta previsión y retraso en los pagos extra están provocando que cunda el “desasosiego”, la “desmotivación” y un intenso “sentimiento de engaño” entre los guardias civiles trasladados de forma extraordinaria a Cataluña debido a la actual situación política.

Esto y mucho más es lo que están denunciando de forma reiterada las asociaciones profesionales de guardias civiles ante su dirección y el Ministerio del Interior consiguiendo, de momento, una mera visita de Juan Ignacio Zoido y palabras bonitas sobre que su situación mejorará en breve.  

En una carta conjunta, las asociaciones han pedido una “reunión urgente” con el Director General de la Guardia Civil, José Manuel Holgado, para buscar cuanto antes una solución, ya que “un país como España no puede mantener en una situación tan humillantes a miles de policías y guardias civiles”.

Condiciones de higiene y salud

Como muestran imágenes cedidas a ELPLURAL.COM desde el interior del barco atracado en el puerto de Barcelona donde se encuentran alojados los agentes, su alojamiento facilitado “por la Secretaría de Estado de Seguridad” no cumple con “los estándares mínimos de salud e higiene en el trabajo ni las condiciones de habitabilidad”.

Además, denuncian que esta situación ha suspendido el “régimen de jornada y horario de vacaciones y permisos” de los cientos agentes desplazados, lo cual “les impide descansar y por tanto mantener una adecuada salud en el trabajo, atender sus asuntos personas y a su familia”.

Sin cobrar

Para más inri, la carta de las asociaciones profesionales también revela que, por mucho que se alabe a la Guardia Civil en los discursos, luego esto se transforma en un ninguneo absoluto como trabajadores sin pagarles “todas las compensaciones prometidas o de las propias indemnizaciones por razón de servicio”, así como la total “falta de previsión de relevos al personal” desplegado extraordinariamente en Cataluña.

Todo esto refleja una absoluta improvisación del despliegue por parte de la dirección del cuerpo y desde el Ministerio del Interior.

Denuncia a la justicia

En esta carta, las asociaciones profesionales, que recientemente han elegido a sus representantes en el Consejo de la Guardia Civil, vuelven a anunciar, como ya publicó este periódico hace unos días, que ante esta situación tan grave que están viviendo los agentes, no sólo se plantean ya denunciarla ante los medios, sino también “ante los tribunales de justicia, los organismos competentes de salud e higiene en el trabajo y de riesgos laborales y organismo internacionales competentes como el Parlamento Europeo”.

También anuncian que realizarán el próximo 17 de noviembre “una concentración en los exteriores de la Dirección General en solidaridad con los guardias civiles destinados y comisionados en Cataluña”.