Los sondeos de los grandes medios de comunicación conocidos este domingo indican que la consulta del 27-S daría una mayoría de escaños a los independentistas, incluida la CUP. Pero, sería esta izquierda de carácter radical la que tendría la llave para decidir si el Parlamento de Cataluña realiza, ya o no, una declaración unilateral de independencia.

Incógnitas
Las encuestas son lo que son y, por ahora, uno de cada cuatro votantes permanece indeciso. En la semana que comienza, las opciones favorables a mantener el cordón umbilical con el resto de España se volcarán, como ocurrió en la recta final de la campaña electoral en Escocia, donde el no acabó ganando por diez puntos.

El más valorado
Sin olvidar que Raul Romeva, candidato de Junts pel Sí, consigue una valoración de 5,8 sobre 10 en el estudio de Feedback para La Vanguardia (los demás suspenden), se preparan nuevos debates en radio y televisión. Las llamadas a la responsabilidad de los líderes estatales se multiplicarán estos días, así como las advertencias con datos y cifras, como las que recoge Josep Borrell en su libro “Las cuentas y los cuentos de Cataluña”, que ha aflorado tardíamente.

Y las pensiones, ¿qué?
Uno de los debates más inquietantes gira en torno del futuro de las pensiones. Según el conseller de Economía, Andreu Mas-Colell, en una Cataluña independizada, el Estado tendría la obligación de pagar las pensiones a los catalanes que han cotizado durante décadas “porque se trata de un contrato individual entre ellos y el Estado español.”

Alternativas
El desconcierto es tan notable, en todo caso, que el candidato del PSC, Miquel Iceta, se ha ofrecido a liderar un Gobierno alternativo donde confluyan los partidarios del no, y hasta suena el nombre del convergente Miquel Roca Junyent como hacedor de alianzas frente a los partidarios del sí.

La marea de Ciudadanos
Las encuestas dominicales de El País y La Vanguardia  coinciden en que Ciudadanos encabezaría el frente anti independentista, al conseguir entre 18 y 21 diputados, pero los que defienden una desconexión con el resto de España se llevarían el gato al agua.

Mas está por negociar
Entre estos, una mayoría entiende que habrá que negociar el futuro con el nuevo gobierno de España; posición defendida por con reiteración por el presidente Artur Mas. La CUP, por su lado, alega que la ruptura debería ser inmediata.

Casi
La mayoría absoluta en el Parlamento de Cataluña se consigue exactamente con la suma de 68 escaños. Como Junts pel Sí, que reúne a Convergència, ERC y dos potentes movimientos ciudadanos, conseguiría entre 63 y 67, el papel de la izquierda radical subiría muchos enteros, hasta convertirse en imprescindible. Sus expectativas se sitúan entre 8 y 11 diputados.

Exigencias
Ya que el concurso de la CUP se dibuja esencial, su nivel de exigencias para pactar sería apreciable. En su momento, anunció que no votaría a Artur Mas como nuevo presidente de la Generalitat, sino a un líder de consenso , y que una declaración unilateral de independencia exigiría haber conseguido el 55% de los votos.

Fractura
Esta cifra no se alcanza en ninguno de los sondeos conocidos. Metroscopia (El País) estima que las papeletas pro independencia sumarían el 52, mientras La Vanguardia y ABC coinciden en que no superarían el 47,1. Según un reciente estudio de GESOP (El Periódico), Cataluña es, en este momento, una sociedad fracturada por la mitad ya que los independentistas sumarían casi el 48%.

Volver a empezar
Después de un recorrido muy largo, intenso, fatigante, con un final incierto, acaso ha llegado el momento de replantear la posibilidad de convocar un referéndum legal en Cataluña y/o en toda España. Cosa que hasta ahora ha sido imposible. A su modo se hizo en Canadá y en Escocia. ¿Habría que volver a empezar?