En Castilla-La Mancha aún pesa la huella de los recortes de María Dolores de Cospedal: 688 camas hospitalarias cerradas, 21 puntos de urgencias rurales clausurados, más de 3.000 profesionales sanitarios despedidos y el intento de privatizar hospitales como los de Villarrobledo, Almansa, Manzanares o Tomelloso. Con este historial, el Partido Popular ha intentado ahora generar alarma inventando un supuesto cierre de once urgencias rurales, un bulo que el Gobierno regional ha desmentido con rotundidad.

La portavoz del Gobierno regional, Esther Padilla, ha desmentido con firmeza el falso relato lanzado por el PP sobre el supuesto cierre de once puntos de atención continuada, asegurando que “en ningún caso” existe intención alguna de clausurar estos servicios de urgencias, que seguirán prestando asistencia a los vecinos con normalidad.

Durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, Padilla ha recordado que el nuevo mapa sanitario regional aprobado por el Sescam no implica cierres, sino que busca "regular y dar seguridad jurídica" a la atención continuada, ordenando el servicio de la misma forma en que estaba establecido hasta ahora. Por tanto, no desaparece ninguno de los puntos de urgencias, sino que se garantiza su continuidad con mayor respaldo legal y administrativo.

La portavoz también ha señalado que los únicos que realmente intentaron cerrar estos servicios fueron los gobiernos del Partido Popular. Bajo el mandato de María Dolores de Cospedal, el Ejecutivo regional trató de clausurarlos, una decisión que tuvo que ser paralizada por el Tribunal de Justicia de Castilla-La Mancha. "Los únicos que han querido cerrar los puntos de atención continuada fueron ellos. Y fue la justicia la que se lo impidió", ha recordado Padilla.

Desde 2015 revirtiendo los recortes de Cospedal

Frente a esos recortes, ha explicado que desde 2015 el Gobierno de Emiliano García-Page ha trabajado por revertir las políticas de austeridad del PP, que dejaron una huella profunda en la Sanidad y en la protección social. De hecho, los recortes alcanzaron hasta un 20% en el ámbito sanitario y hasta un 40% en la protección social, lo que debilitó gravemente los servicios públicos esenciales. Hoy, en cambio, Castilla-La Mancha dispone de un presupuesto sanitario un 55% superior al que dejó el PP, con más profesionales y un sistema reforzado que ha permitido mejorar la atención a los ciudadanos.

Padilla ha denunciado el comportamiento del Partido Popular, que a su juicio prefiere alimentar la crispación en lugar de reconocer los avances. "Lo que hizo ayer el PP fue inventarse un bulo para generar alarma entre la población. Hoy utilizan la demagogia y mañana se inventarán otra cosa", ha lamentado, advirtiendo de que los populares no están legitimados para dar lecciones en materias como sanidad, educación o bienestar social tras el historial de recortes y cierres con los que gobernaron.

Lejos de rectificar, el presidente del PP regional, Paco Núñez, ha decidido incluso reunirse con los alcaldes de los once pueblos que supuestamente iban a quedarse sin urgencias, un gesto que, en lugar de aclarar la situación, ha servido para magnificar un bulo sin fundamento y dar mayor eco a una mentira que solo busca desgastar al Ejecutivo autonómico.