Tres días antes de las elecciones gallegas del pasado 12 de julio, CCOO denunció que los intereses electorales eran los únicos que se encontraban detrás de las decisiones de la Consellería de Educación con respecto al próximo curso escolar.

Ya entonces, la misma organización sindical tachó de “irresponsable” esta actitud, al tiempo que criticó “no tener organizado un grupo de trabajo" para prevenir los diferentes escenarios que pudieran darse en septiembre, a causa de la crisis sanitaria.

Hoy, casi quince días después, han llevado a cabo la primera de las dos caceroladas previstas ante la sede de la Xunta de Galicia en Santiago de Compostela en señal de protesta. Siguen reclamando lo mismo: un plan estratégico. Comisiones tiene el suyo y se resume bajo el título de ’25 medidas organizativas para el inicio del curso escolar 2020-2021’.

El pasado 16 de este mes, ya tras la cita electoral, los representantes de los sindicatos CCOO-Ensino, FESP-UGT, CIG-Ensino y ANPE se plantaron. Dijeron un ‘hasta aquí hemos llegado’, y de decidieron abandonar la Mesa Sectorial de Educación. El motivo: la no retirada del “despropósito de protocolo” –así lo describieron- de vuelta al cole preparado por la Consellería de Educación.

En rueda de prensa y comunicado conjuntos, los agentes sociales afirmaron que dicho documento se lo enviaron desde la Xunta apenas 48 horas antes de la reunión de la Mesa Sectorial. Y lo hicieron “después de ocultarlo durante días o semanas”, tanto al profesorado, como a toda la sociedad gallega por “vergonzosos intereses electorales”.

Los profesores, los responsables

Uno de los puntos que recoge el protocolo de la Xunta, tal y como denunciaron los representantes de los trabajadores, es que “descarga toda la responsabilidad en los equipos directivos y el conjunto del profesorado”.

La clave está en las necesidades de inversión que presenta la educación gallega para afrontar la apertura del curso. Estas pasan por más personal docente y no docente, más distanciamiento en las aulas y, por lo tanto, una reducción considerable de las ratios.

No ha habido respuesta por parte del ejecutivo regional o, en todo caso, la única contestación pasa, a día de hoy, por el controvertido protocolo.

Ante esta situación, en las últimas horas, los cuatro sindicatos (CCOO, CIG, UGT y ANPE) han hecho llegar a los equipos directivos de los centros de enseñanza de Galicia un documento en el que les invitan a enviar a la Xunta su disconformidad por el protocolo preparado para la vuelta de septiembre.

De la gravedad de la situación habla el hecho de que, además, les animan a presentar su dimisión en bloque ante la situación de “indefensión” en la que se pueden hallar en caso de que se produjera, por ejemplo, un contagio en sus aulas. Mencionan estas organizaciones una “indefensión, incluso, legal”.

“Vuelta coste cero”

Todo se reduce a una cuestión económica, dicen en el documento que han remitido a los centros los sindicatos. A su juicio, el plan de la Consellería de Educación responde a un “principio economicista” que busca una “vuelta a las aulas a coste cero”.

Desde el sindicato nacionalista CIG se indica que la propuesta de la Xunta de Galicia “puede conducir a elevar el riesgo de contagio”, de ahí que concluya que se trata de una especie de “imprudencia temeraria” por poner en peligro la salud de las personas.

Esto es así si no se atienden los criterios de las autoridades sanitarias. Llama la atención que, desde la administración autonómica se trata de ajustar todo lo posible hasta el punto de que suben en cinco niños (hasta los 25 por aula) la ratio que recomienda el Ministerio de Educación.

Es curioso el cambio de opinión de los responsables políticos gallegos, con su presidente en funciones a la cabeza. Ahora mismo, con los brotes de coronavirus que se registran por todo el país, Alberto Núñez Feijóo ha pedido una normativa estatal que respalde a las CCAA, cuando las competencias son regionales. Sin embargo, según la denuncia sindical, en el caso de los colegios y centros de enseñanza gallegos, el reciente ganador de los comicios por mayoría absoluta los abandona a su suerte. 

La advertencia sindical está sobre la mesa: “Iniciar el curso escolar en estas condiciones es una temeridad”, porque no se destinan “las dotaciones necesarias para proteger la salud de los trabajadores del sector, del alumnado y, por extensión de sus familias”.

Las protestas se prevén para hoy, la semana que viene y el próximo mes de septiembre.