Los rebrotes de coronavirus registrados en los últimos días a lo largo y ancho de España, ha llevado a diferentes gobierno regionales a adoptar medidas drásticas para tratar de frenar los contagios.

Una de las decisiones más controvertidas en un primer momento es el del uso obligatorio de la mascarilla siempre. Esta acción no fue vista por todo el mundo de manera positiva. Sin embargo, el paso del tiempo y la incidencia de la pandemia con un número de positivos que recuerda a los momentos duros de esta crisis sanitaria, ha provocado que buena parte de las CCAA hayan seguido esta medida.

La última en hacerlo ha sido Galicia. La Xunta ha anunciado este viernes la extensión de la obligatoriedad de usar mascarilla en todo momento con independencia de que pueda mantenerse la distancia de seguridad recomendada de un metro y medio.

Las excepciones, como en otras regiones, son para personas con problemas respiratorios, para núcleos de convivientes, durante el consumo en establecimientos de hostelería, en la práctica de deporte individual al aire libre y, por último, en playas y piscinas, donde, con todo, será obligatoria cuando las personas estén en movimiento.

Se trata de una decisión adoptada por el Consello del Gobierno gallego en funciones reunido hoy y de la que ha informado el presidente electo, Alberto Núñez Feijóo, en la rueda de prensa posterior a la reunión de su ejecutivo, que ha dado luz verde a esta decisión sobre uno de los elementos que se ha demostrado, según los expertos, más eficaz contra los contagios.

Del mismo modo, al margen de lo relativo a los mascarilllas, la administración autonómica gallega también ha lanzado la recomendación de evitar la organización de "fiestas masivas" en domicilios particulares a lo largo del verano. Se da la circunstancia de que esta medida se ha tomado con anterioridad en ciudades de toda España. Feijóo, durante la comparecencia ante los medios, en relación con esto ha aprovechado para hacer una llamada a las policías municipales para que velen por el cumplimiento de la ley que impide la celebración de "botellones". Todo como medidas contra los contagios. 

Por ahora, Madrid, es de las pocas comunidades autónomas que se resiste a imponer la obligatoriedad del uso de las mascarillas aunque su presidenta, Isabel Díaz Ayusa, tras decir que no es necesario, ha advertido de que si su Gobierno tiene que adoptarla, lo hará.