La mujer denunció que entre los meses de mayo y julio de este año y antes de presentar la demanda de divorcio, su marido la insultaba "gravemente", una vez en presencia de una hermana de la afectada, y se paseaba por el domicilio con una escopeta con la "clara intención de intimidarme".

"Pánico" y "miedo"
Añade la denuncia que a principio del presente octubre su marido la insultó con expresiones como "eres una pija de mierda, cabrona, te voy a dejar sin un duro o estás dilapidando mi patrimonio". Debido al "pánico" y al "miedo" de encontrarse con su marido, la mujer intenta estar "el máximo tiempo posible fuera del domicilio" cobijada en casa de su madre o de algún familiar. También relata en su denuncia que en un momento dado su marido manipuló el cierre del garaje de su casa cuando ella estaba en el interior de su vehículo, lo que ocasionó daños al coche sin que ella sufriera lesiones.

Dos escopetas
Además, la mujer también ha denunciado que su marido ha introducido en la casa dos escopetas con munición, algo que grabó con su móvil, por lo que debido al temor por su vida decidió abandonar la casa "mientras no se conceda una orden de alejamiento o protección". Sin embargo, la jueza considera que "no ha resultado acreditado" que el marido profiera insultos a su mujer debido a que las alegaciones de las partes son "contradictorias", ya que la mujer lo "sostiene" y el marido "lo niega con rotundidad".

Su declaración "no reúne los requisitos exigidos"
Asimismo, en su sentencia la jueza relata que la declaración de la denunciante, por sí misma, sin ser corroborada por datos objetivos, no reúne los requisitos exigidos para atribuirle virtualidad probatoria, ya que "no puede afirmarse que no concurra un ánimo espurio teniendo en cuenta la conflictividad entre las partes". La jueza tampoco atribuye "virtualidad probatoria suficiente para desvirtuar el principio de inocencia" a la declaración de la hermana de la mujer "teniendo en cuenta la gran conflictividad que existe entre la denunciante y su marido".