Susana Díaz se postula como la candidata de los militantes y apela a un proyecto orgánico leal con Ferraz pero autónomo; Juan Espadas se propone encarnar la renovación y unidad que necesita el PSOE andaluz; y Luis Ángel Hierro se centra en cuestiones ideológicas con el propósito de atraerse al militante situado más a la izquierda. Pero ninguno de los tres ataca a los otros.

Durante la precampaña que están desarrollando los todavía precandidatos, que a partir de hoy y hasta el día 25 tendrán que reunir al menos unos 900 avales para poder participar en las primarias, el tono de las intervenciones ante los militantes y ante la prensa está siendo muy prudente y respetuoso con el adversario.

Los socialistas andaluces, con Susana Díaz a la cabeza, parecen haber aprendido bien la amarga lección de las primarias de 2017 que ganó Pedro Sánchez y que hoy pocos niegan que fueron una verdadera guerra civil que abrió en canal al partido y entre cuyos efectos colaterales no habría que descartar la escasa movilización de buena parte del sanchismo andaluz en las elecciones de diciembre de 2018.

Aquella división figura en el ‘debe’ de Susana Díaz, y de ahí la insistencia de Espadas en envolverse en la bandera de la unidad: una estrategia que no va desencaminada a la vista del hartazgo y la melancolía de muchos militantes que vieron cómo entre 2015 y 2017 el partido se rompía por la mitad.

Los 44.000 militantes andaluces quieren una batalla noble, leal y sin sangre. Quien gane debe hacerlo sin humillar al contrario, sin desacreditarlo y manejando únicamente argumentos ideológicos, estratégicos u organizativos, pero nunca personales ni deliberadamente hirientes

Si en las primarias del 17 la agresividad cotizaba al alza, hoy lo hace a la baja. Los candidatos saben bien que deben atenerse a ese clamor silencioso pero mayoritario entre las bases: quien sobrepase ciertas líneas rojas puede ser severamente reprendido en las urnas.

El lunes quedaban proclamados como precandidatos a las primarias la secretaria general del PSOE-A, Susana Díaz; el alcalde de Sevilla, Juan Espadas; el exdiputado y profesor de universidad Luis Ángel Hierro y el médico granadino Manuel Pérez García, después de que la Comisión Regional de Garantías Electorales verificase que dichas precandidaturas reunían los requisitos establecidos.

Es completamente seguro que Díaz y Espadas conseguirán el máximo de avales, cifrado en el 4 por ciento del censo, equivalente a unas 2.800 firmas. También parece probable que los alcance Luis Ángel Hierro, a quien le convendría presentar no el mínimo sino el máximo de avales permitidos, lo que enviaría un mensaje de fortaleza a sus seguidores y de advertencia a los otros candidatos.

Mucho menos probable parece que Manuel Pérez reúna las firmas necesarias para ser proclamado candidato. Tras presentarse varias veces en distintas convocatorias pero no haber logrado los avales en ninguna, se diría que Pérez está especializado en ‘calentar en la banda’ pero sin alcanzar la titularidad en ningún partido.

Según se recoge en el procedimiento de las primarias, "nadie podrá avalar a más de una persona", por lo que "se considerarán avales nulos todos los emitidos por una persona a favor de más de una precandidatura". Igualmente, "se contabilizará como un único aval válido, cuando un o una militante avale más de una vez a un mismo precandidato o precandidata".