En mayo de 2023 Ciudadanos disparará la última bala de un revólver que no da más de sí. El partido naranja, que en su día llegó a ser un arma electoral capaz de hacer que al PP le temblaran las piernas, es visto hoy por sus advesarios como una escopeta de fogueo cuyos disparos nadie teme. 

El rotundo fracaso de las autonómicas andaluzas, donde no logró representación parlamentaria, y la huida al PP de significados militantes que o bien se han afiliado al partido de Juan Manuel Moreno o bien han aceptado cargos muy bien retribuidos, como ha sido el caso de su líder Juan Marín, han dejado a la formación naranja al borde de la desaparición y en un estado de abatimiento difícil de gestionar. 

Contra esos malos augurios se ha rebelado hoy en Sevilla la presidenta nacional, Inés Arrimadas, en el acto de  presentación de algunas candidaturas locales: “Vosotros -le ha dicho a sus compañeros- vais a ser la red que aguante el partido en las elecciones de mayo de 2023, sé que es pediros mucho, pero quiero que seáis vosotros los que tiréis del carro”, sobre todo en un momento en que la marca es un lastre. 

No faltan entre ellos algunos buenos candidatos, como el de Sevilla, pero tendrán que remar solos. La prensa andaluza, mayoritariamente conservadora, no va a darles mucha visibilidad teniendo en cuenta que las papeletas que sume CS se le restarían al PP; a ello hay que añadir que las arcas del partido están exhaustas y que muchos de ellos apenas son conocidos. ¿Con qué dinero montarán la campaña para aque los votantes sepan quiénes son?

La batalla de Sevilla

Precisamente esta semana el comité de Ciudadanos en la provincia de Sevilla designaba al actual portavoz del grupo municipal en el Ayuntamiento hispalense, Miguel Ángel Aumesquet, como candidato para las elecciones municipales de mayo de 2023, quien aseguró estar “entusiasmado” por su designación.

Aumesquet está convencido de que puede hacer un buen papel en los comicios de mayo porque le avala su trabajo municipal en estos años, con propuestas sobre arbolado, conservación de parques, peatonalización de calles o instalación e fuentes de energías renovables que, está convencido, los votantes liberales tendrán en cuenta a la hora de depositar su papeleta.

La obtención de una sola acta de concejal puede ser decisiva no solo para Cs, sino para configurar el futuro gobierno municipal en el caso de que PP y Vox no sumen mayoría absoluta. Aumesquet se entiende bien con el alcalde socialista, Antonio Muñoz, que, además del apoyo de Podemos, viene contando con los votos naranjas para sacar adelante sus propuestas.

En las autonómicas de junio pasado Cs solo obtuvo 14.500 votos en Sevilla. Si en mayo lograra retener esas papeletas, Aumesquet no obtendría plaza de concejal en el Ayuntamiento pero sí ayudaría, y quizá decisivamente, a restarle al PP unos votos cruciales para recuperar la capital. En las municipales de 2019, el partido naranja rozó los 40.000 votos y se hizo con cuatro escaños.

“No quiero estar con ningún otro grupo de gente, con valientes, gente que en momento difíciles luchan y tiran para adelante”, les ha dicho Arrimadas a los suyos, consciente de que las municipales son un ‘ahora o nunca’ y recordándoles que "en la vida hay momentos difíciles" en los que lo principal es “no tirar la toalla”, que es lo que están haciendo los candidatos naranjas, a quienes ha definido como “los valientes, los honrados, los convencidos”.

También les ha recordado que “hemos conseguido cosas imposibles" y que también sus compañeros liberales de Alemania o los Países han pasado, como Ciudadanos, por trances “mucho peores” de los que están logrando salir con vida y más fuertes.