Era cuestión de tiempo. De hecho, el parqué periodístico ya lo había descontado en sus pronósticos para la actual legislatura: Juan Marín regresa al paraguas institucional que abandonó en julio pasado cuando tuvo que dejar la Vicepresidencia de la Junta al sumar el PP mayoría absoluta y quedarse Cs sin representación parlamentaria.

Según adelanta hoy Abc de Sevilla, Marín será el nuevo presidente del Consejo Económico y Social de Andalucía, un cargo dotado con un salario que roza los 65.000 euros al año, con la ventaja añadida de estar sometido a una presión política y mediática prácticamente nula. 

Marín sustituirá al socialista Ángel Gallego, profesor titular de Derecho del Trabajo y Seguridad Social de la Universidad de Granada, que llevaba diez años en el cargo. El nuevo presidente llegó a iniciar los estudios de Relaciones Laborales pero no los concluyó, para incorporarse a la joyería familiar. 

El Consejo Económico y Social de Andalucía es un órgano consultivo y de participación social del Gobierno andaluz en materia socioeconómica, que sirve de canal de diálogo permanente entre la sociedad civil organizada y el gobierno autonómico. En él están representados las organizaciones sindicales CC.OO. y UGT Andalucía, la Confederación de Empresarios de Andalucía, la economía social, los consumidores y usuarios, las corporaciones locales, las universidades y un grupo de expertos en las materias competencia del Consejo.

Reclamado insistentemente por los sindicatos en los años ochenta, el Consejo Económico Social de España  –y sus clones autonómicos– no ha acabado de hacerse con una identidad institucional lo bastante definida y relevante como para que su voz, sus estudios y sus dictámenes se convirtieran en referencia para el periodismo político y económico.

Con el rescate de Marín el presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, parece completar el ciclo de fichajes de cargos y dirigentes de Cs que salieron de las instituciones tras la debacle electoral. El último de esos fichajes fue el de la consejera de Igualdad, Rocío Ruiz, que ocupará plaza en el Consejo Audiovisual de Andalucía con un sueldo parecido al que percibirá Marín en su nuevo puesto.

Además de la consejera de Empleo, Rocío Blanco, que en el anterior Gobierno lo era por Cs y ahora lo sigue siendo pero por el PP, San Telmo también ha situado en puestos de responsabilidad política a Teresa Pardo y Javier Millán, nombrados delegados provinciales de Justicia por el Gobierno andaluz, y a Sergio Romero, que fuera portavoz de la formación naranja en el Parlamento andaluz en la última legislatura y hoy tiene un puesto en el Instituto Andaluz de la Juventud (IAJ) en la provincia de Cádiz.

Tras dejar el Palacio de San Telmo, Marín coqueteó en distintas declaraciones públicas con la opción de incorporarse al sector privado, en el cual, aseguraba, no le faltaban ofertas. "La vida continúa: hay mucha vida fuera de la política", dijo entonces, aunque nunca descartó ocupar algún cargo institucional, en el sobreentendido de que se trataría de un puesto de baja intensidad ideológica.

Lo que no parecía ser bueno para Ciudadanos sí lo ha sido, en cambio, para su presidente y otros cargos del partido. La extrema docilidad de los naranjas con el PP en el seno de Gobierno de coalición durante la pasada legislatura propició que muchos observadores auguraran lo que finalmente ha acabado sucediendo: la absorción del Cs por el PP, que recogió la mayoría de las papeletas perdidas por los naranjas, cuyos votantes se quedaron sin incentivos para votar a la formación autodenominaba liberal.