El vicepresidente de la Junta de Andalucía y coordinador de Cs en Andalucía, Juan Marín, no se resigna a que las elecciones autonómicas se adelanten al mes de junio, como parece ser el deseo del presidente Juan Manuel Moreno, a quien su número dos sigue presionando con delcaraciones públicas para que espere al menos hasta octubre.

Ayer, en su pueblo de Sanlúcar de Barrameda, volvió a insistir: convocar en junio no solo sería “muy precipitado” y le cogería “un poco de sorpresa”, sino que además sería “anteponer el interés electoral al interés de los andaluces”.

No deja de resultar sorprendente que el número dos de la Junta de Andalucía maneje el que suele ser uno de los argumentos favoritos de la oposición para atacar la anticipación de las urnas: que la decisión del presidente está guiada por el interés de su partido, no por el de los ciudadanos.

Y tampoco resulta fácil de asimilar que el vicepresidente sostenga públicamente que adelantar las elecciones a junio equivaldría a “parar la economía”, pues tal reproche desacredita la principal línea argumental de San Telmo para justificar el adelanto: tener tiempo para elaborar los presupuestos de 2023, herramienta clave, según el Ejecutivo, para combatir la inflación y aprovechar los fondos europeos.

Parece lógico que a Marín le incomode un adelanto electoral que lo deja en posición poco airosa, pues ha venido presumiendo de que la decisión se tomaría conjuntamente y de que Moreno se había comprometido personalmente con él a esperar hasta octubre.

"[El presidente] me dijo que hablaría conmigo antes de convocar", declaro ayer un Marín "convencido de que va a cumplir su palabra", pues no en vano ambos "somos buenos amigos y nos tenemos mucha lealtad".

"Hay que pensarlo", proclamaba Marín sobre la fecha de las elecciones andaluzas, "seguir pensando en esta tierra como motor económico de España y no en otras cuentas que nada tiene que ver con los andaluces, que es salir adelante", informa Europa Press.

"Supongo que tendremos oportunidad de hablarlo personalmente, que no será por teléfono", decía el vicepresidente de la Junta sobre esa conversación previa con Moreno antes de disolver el Parlamento andaluz y convocar elecciones.

El vicepresidente de la Junta y coordinador de Cs en Andalucía identificó como inconvenientes asociados al adelanto electoral "cortar leyes, recursos de Europa que están viniendo, los proyectos de ley que decaerían en el Parlamento y son muy importantes", para reiterar que "respeto las decisiones que Juanma adopte, pero espero que sea lo más interesante para los andaluces y no para los partidos políticos".

En todo caso, ni Moreno ni Marín hacen mención expresa a las encuestas como una de las variables que están pesando en las dudas del presidente. Cs está muy débil, Vox está muy fuerte, la izquierda está desmovilizada y dividida y Moreno, aunque se perfila como claro ganador, tendría que plegarse a la exigencia ultra de entrar en el Gobierno para seguir siendo presidente.

Cuestionado por el rechazo expresado por los empresarios turísticos hacia el adelanto electoral, del que ha informado Europa Press, Marín indicó que "lo veo normal, se lo he advertido al presidente" para afirmar seguidamente que "no es el momento de parar la economía", aunque admitió que "la decisión es de él, lo voy a respetar".

El vicepresidente de la Junta y consejero de Turismo mencionó el pronunciamiento del sector empresarial turístico para apuntar que "los empresarios y las organizaciones dicen algo que es razonable, ahora estamos creciendo, no es momento de incertidumbre", para esgrimir entonces que "una cosa son los intereses electorales y otra cosa los intereses de los andaluces, son dos cosas distintas, el interés electoral no se puede anteponer al interés de los andaluces, que es seguir creciendo, recuperar empleo, tener un verano normalizado" y apuntar entonces que "a partir de ahí, lo razonable es convocar elecciones en otro momento".