Los empresarios andaluces guardan un respetuoso silencio ante los pactos políticos en los nuevos ayuntamientos pero en privado admiten que les preocupa mucho el ascenso de Podemos y el hecho de que tenga la llave de la gobernabilidad en muchos de los ayuntamientos más importantes de Andalucía. Fuentes muy relevantes de la cúpula empresarial andaluza admiten en conversaciones privadas su “extraordinario alivio” por el hecho de que la socialista Susana Díaz, que este domingo toma posesión de su cargo en el Parlamento andaluz, haya apoyado su investidura únicamente en los votos de Ciudadanos, y no en los de Podemos. "Menos mal", comentaban aliviados. En realidad, en algunos interlocutores se trasluce algo más cercano al pánico que al simple temor, aunque son suelen explicitarlo. Para la patronal andaluza resultan inquietantes algunas propuestas de Podemos y su obsesión contra los bancos: considera que la banca es el dinero y el dinero “es miedoso”. Pero, por ejemplo, en Madrid no parece que Manuela Carmena tenga ese perfil tan peligroso, ¿no?, preguntaba este periódico a un dirigente empresarial: "Bueno, ya veremos, ya veremos". Es obvio que no se fían. QUE VIENEN LOS ROJOS El mismo día de la investidura de Díaz, fuentes de la patronal andaluza comentaban de manera informal a Andalucesdiario su tranquilidad por el acuerdo con Ciudadanos. E incluso no ocultaban sus temores por el ‘efecto huida’ que pudiera tener en los inversores el pacto del PSOE con fuerzas de izquierda entre las que figura Podemos. Aun así, ese mismo temor ya existió, y fue muy aireado desde el entorno del Partido Popular, cuando en 2012 el socialista José Antonio Griñán pactó con Izquierda Unida su entrada en el Gobierno andaluz: que se sepa, ninguna inversión ha huido ni ha dejado de hacerse en Andalucía porque hubiera presencia de ‘comunistas’ en el Ejecutivo regional. Según fuentes conocedoras del sector turístico en la Costa del Sol, al menos “dos hoteles que iban a construirse se han echado atrás” en Marbella. Según esas fuentes, que hicieron ese comentario bajo estricto ‘off the record’ y negándose a ofrecer más detalles, los mencionados inversores hoteleros habrían tomado esta decisión antes incluso saberse que el Partido Popular iba a ser desalojado de Marbella por una coalición de izquierdas encabezada por el PSOE pero donde es determinante la marca blanca de Podemos, ‘Costa del Sol Sí Se Puede’. Oficiosamente ese pacto se daba, sin embargo, por seguro desde al menos dos semanas antes que Ángeles Muñoz fuera desalojada de la Alcaldía. UN LIDERAZGO TEMPLADO El presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía, Javier González de Lara, elegido por aclamación a finales de mayo para un segundo mandato, mantiene también un prudente silencio sobre la nueva etapa política que se avecina. En eso, como en muchas otras cosas, es muy distinto a su antecesor, Santiago Herreros, que no ocultaba sus simpatías conservadoras aunque no por ello dejó de entenderse perfectamente con los sucesivos gobiernos socialistas de la Junta de Andalucía. González de Lara ejerce un liderazgo templado, poco personalista y mucho menos endogámico y corporativo que Herreros. Lo único que se ha escuchado decir públicamente a González de Lara sobre el bloqueo institucional, desatascado por fin el jueves pasado, es que los empresarios no podían esperar más: “El estado de interinidad de la Junta de Andalucía provoca parálisis”. Ese mismo 26 de mayo, que era el día de su reelección como presidente de la patronal andaluza, González de Lara recordaba simplemente que era tiempo de “impulsar políticas de pactos y de alianzas”.