La localidad gerundense de Vilamalla se encuentra en la comarca del Alto Ampurdán. Es en esta demarcación, colindante al norte con la frontera francesa, es donde el voto independentista concentra el mayor número de votos de toda Cataluña. Cuenta con una población de 1.200 habitantes aunque en los últimos años su crecimiento es exponencial si se tiene en cuenta que en 2001 su número de habitantes era aproximadamente de 800.
Varias razones explicarían este auge demográfico que continua produciéndose y que tiene visos de proseguir. Por un lado está su proximidad con la capital del Alto Ampurdán, Figueres (apenas 6 kilómetros y 10 minutos en coche separan ambas localidades). El encarecimiento de la vivienda en Figueres contribuye también a la construcción de casas unifamiliares en Villamalla. Por otro, la existencia de importantes vías de comunicación, ha posibilitado que se ubiquen y se instalen numerosas y muy importantes industrias, con la consiguiente creación de polígonos industriales, clave del importante crecimiento de la economía de Villamalla. En definitiva, un cúmulo de oportunidades, han generado que numerosas personas de otras zonas colindantes hayan elegido a la localidad como sitio para invertir o como lugar para residir.
En las autonómicas fue el municipio catalán con mayor respaldo a Vox
Este fenómeno económico y poblacional, obviamente, ha producido un cambio sociológico que se traduce en un comportamiento político y electoral, cuando menos extraño y complejo de analizar. De alguna manera se podría calificar a la localidad ampurdanesa como el “pueblo independentista en el que arrasó Vox” con su mejor resultado en Cataluña. Y es que fueron sorpresivos los resultados que la formación ultraderechista obtuvo en las elecciones autonómicas catalanas del 14-F de 2021. En este fortísimo bastión electoral del nacionalismo independentista, Vox no solo venció, sino que ostentó en esos comicios el puesto de ser el municipio catalán con mayor respaldo a la fuerza ultraderechista.
Hay que tener en cuenta que en esas fechas de 2019, la Corporación municipal contaba con 9 concejales de Junts frente a ninguno de la oposición. Los de Puidgemont arrasaron en esas municipales con casi el 90 por ciento de las papeletas. Desde el ámbito nacionalista se recuerda como el alcalde, Carlos Álvarez, dijo tras conocer sus malos resultados que la victoria de Vox fue un hecho “sorprendente”. Al mismo tiempo intentó justificarlo ya que había sido “gente que votaba partidos españolistas” pero que en esta ocasión “había ido más allá”. Para los nacionalistas catalanes, sin duda, se trató de un “borrón” en el mapa electoral catalán.
En municipales repiten victoria los independentistas
En las últimas elecciones municipales, Carlos Álvarez (que fue alcalde nacionalista durante cuatro mandatos) cerró testimonialmente la candidatura, pero en otra candidatura distinta a Junts, en concreto Coalició Municipal Somfutur, una nueva formación nacida de los mimbres del partido independentista, encabezada por el actual regidor, Albert Ramos, funcionario del Departamento de Interior de la Generalitat. Esta lista obtuvo seis ediles frente a tres de MXV-TE y, curiosamente, VOX solo consiguió 8 votos con un exiguo 1, 08 % de respaldo del censo electoral y ningún concejal. La muestra de que la nueva formación que ganó es una especie de marca blanca de Junts, es que el partido de Puigdemont no se presentó.
En las elecciones generales vence el PSC
Pero la diversidad de voto sigue siendo la constante en Villamalla en función del momento o del tipo de comicios convocados. Si ha tenido distintos mandatos municipales consecutivos con alcalde de Junts per Catalunya al frente, ahora gobierna con una marca nueva nacida de los mismos mimbres del partido de Puigdemont; si en las autonómicas venció Vox, es curioso que en cambio, en las elecciones generales del 23 de junio de 2023, fue el PSC quien se adjudicó el éxito con el 24,54 % de votos. A continuación fue Vox con un 21,2 % seguido del PP con un 17,69 %. Las fuerzas independentistas solo obtuvieron un 12, 02 % en el caso de Junts per Catalunya y un 10,18 % para ERC. Un comportamiento electoral digno de ser estudiado. Un electorado, sin duda, el de esta localidad, para nada sectario ni dogmático o nada fiel a partidos políticos.
Hoy hemos visitado el municipio. La tranquilidad es la nota dominante y sin la eclosión de banderas, símbolos y cartelería independentista de otros tiempos. La fisonomía del pueblo destaca su auge económico. A la entrada del municipio desde la carretera nacional que lleva a Barcelona, se observa una coqueta zona residencial. Se trata de Pont del Príncipe, una zona nutrida de casas adosadas y chalets. Muy cerca se ubica el próspero polígono con la misma denominación. Más adelante se halla el centro del municipio habitado por aproximadamente 300 vecinos. Allí viven los vecinos y vecinas de “Villamalla de toda la vida”. Lo cierto es que en la localidad reside un núcleo importante de población joven que continúa aumentando. Puede que una de las causas de esa diversidad en el sentido del voto tenga que ver que la ciudadanía de Villamalla sufra el hartazgo de una comunidad harta de la crispación, frustración e inutilidad política que ha demostrado ser el denominado procés independentista.
¿En qué clave votará en esta ocasión ante las importantes elecciones autonómicas del próximo domingo? Está por ver y será curioso comprobarlo pero todo indica que las fuerzas soberanistas lo tienen difícil y complejo.
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