Las autoridades de la Junta de Andalucía han seguido con atención el proceso de preparación y la celebración misma del concierto que ha reunido a 5.000 personas en Barcelona sin distancia de seguridad entre los asistentes, pero todos ellos con mascarilla y tras someterse a un test del virus.

La consejera de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía, Patricia del Pozo, reveló ayer que su departamento "lleva ya algún tiempo trabajando" en una iniciativa para promover conciertos con público dentro de salas que cuenten con "garantías" sanitarias y con la realización de test de diagnóstico de Covid-19 entre los asistentes antes de entrar.

Así lo dijo Del Pozo, en la rueda de prensa posterior al Consejo del Gobierno y a preguntas de los periodistas sobre el concierto que el grupo Love of Lesbian realizó el pasado sábado en el Palau Sant Jordi de Barcelona como prueba piloto en lo que va de pandemia de un concierto masivo y sin distancia de seguridad que reunió a unas 5.000 personas.

Patricia del Pozo explicó a los periodistas que el pasado lunes habló de este concierto con el consejero de la Presidencia, Administración Pública e Interior y portavoz del Gobierno andaluz, Elías Bendodo, en una reunión que ambos mantuvieron para despachar diversos temas.

Entre otros asuntos, los consejeros estuvieron "hablando de ese concierto, que parece que es una iniciativa que de momento ha funcionado", según ha comentado la titular de Cultura, que ha agregado que desde el departamento que ella dirige "llevamos ya algún tiempo trabajando en ese tema".

Celebrado el pasado fin de semana, el concierto de Barcelona tuvo gran eco en medios internacionales de distintos países. "Barcelona vuelve a bailar”, titulaba el diario milanés La Repubblica. “Imágenes alentadoras que parecen de otro tiempo”, publicaba Le Monde, que recalcaba también que “Barcelona se ofrece un viaje por el mundo prepandemia”.

“Es el primer ensayo para lo que podrán ser los festivales de verano y de otros grandes eventos culturales en tiempos de pandemia”, señalaba el diario lisboeta Público. “Entre gran espectáculo y experiencia clínica, un primer concierto de rock electriza Barcelona”, titulaba el parisino Le Figaro.