Si se confirman los pronósticos más fiables, quedan solo tres meses para que se abran de nuevo las urnas, pero los partidos situados a la izquierda del Partido Socialista no parecen darse por enterados. El frente amplio que propugna –pero no concreta– la vicepresidenta tercera del Gobierno y referente de Unidas Podemos, Yolanda Díaz, no acaba de cuajar en Andalucía, donde, una vez autoexcluida del mismo Teresa Rodríguez, el objetivo ahora es que Unidas Podemos y Más País pacten una candidatura conjunta.

Dos comunicados difundidos este Martes Santo por la tarde con apenas una hora de diferencia constatan una vez más las dificultades de la izquierda no socialista para construir de cara a las elecciones andaluzas ese frente amplio con el que al menos puedan salvar los muebles en las autonómicas de junio.

La singularidad del primer comunicado es que, aunque difundido por el servicio de prensa de Izquierda Unida, no llevaba firma ni membrete y además no advertía de que en la reunión –celebrada ayer en Málaga– de la cual informaba el texto no había estado presente Más País.

La particularidad del segundo comunicado, firmado por Más País, es que, estando este partido necesitado de sumar sus escasas fuerzas con las tampoco muy sobradas de Unidas Podemos, se descolgaba explícitamente de cuanto sus compañeros de viaje hubiesen pactado en Málaga: “Ni formamos parte de lo que hayan acordado ni firmamos ni avalamos el comunicado emitido tras el encuentro”.

Y a todo esto, ¿qué fue lo acordado en la reunión de Málaga? La lectura del comunicado difundido por IU no contenía una respuesta satisfactoria a esta pregunta. La prosopopeya del texto difícilmente lograba ocultar l vacuidad de su contenido, según el cual “las organizaciones presentes prevén desplegar de manera inminente en las ocho provincias andaluzas espacios de participación ciudadana que permitan ampliar la base social y trascender las estructuras de los partidos políticos”.

Lo que los anónimos redactores del comunicado identificaban como el despliegue de “un proceso amplio, abierto y democrático llamado a desembocar en una alternativa de gobierno para Andalucía”, para Más País no era más que la reedición de “una herramienta con amplios visos de fracasar” y una fórmula caduca que “no movilizó" al electorado de izquierdas en las últimas elecciones andaluzas.

Para Esperanza Gómez, líder de Más País en Andalucía, “el frente amplio no puede limitarse a una Unidas Podemos maquillada” ni prescindir de la sociedad civil. Entiende la profesora de Derecho Constitucional de la Universidad de Sevilla que la futura confluencia debe asumir “como puntos inamovibles la creación de una marca blanca y la candidatura de una persona independiente que genere ilusión y movilización a las andaluzas y andaluces”.

Del comunicado de Más País se desprende que Esperanza Gómez no se fía de Toni Valero (Izquierda Unida) ni de Martina Velarde (Podemos). La dirigente errejonista teme una reedición de la confluencia de 2018 que, con el nombre de Adelante Andalucía, fracasó doblemente: primero en las urnas, donde solo sumó 17 escaños, y más tarde en la Cámara autonómica, donde el grupo parlamentario implosionaría dos años después.

Aunque los protagonistas del enredo enfatizan en sus discursos la importancia de consensuar el programa electoral, el verdadero atasco parece residir más bien en la confección de las listas electorales –los puestos de elección segura son pocos– y, muy especialmente, en la designación del cabeza de lista.

Todos comparten el diagnóstico de que su electorado está muy desmovilizado, pero únicamente los errejonistas parecen ser conscientes de que solo un ‘candidato civil’, orgánicamente desvinculado de los partidos pero con peso personal y prestigio social propios, podría ilusionar a los votantes de izquierdas no socialistas y aun a una franja significativa de simpatizantes desencantados del PSOE. El lenguaje coloquial nombra esa figura con la expresión 'mirlo blanco', queriendo significar que tanto en la naturaleza como en la política la mayoría de especímenes son más bien negros.