¡Por fin! Sevilla inauguró anoche la edición 2022 de su Feria, suspendida dos años por la pandemia. Más de 200.000 bombillas iluminan un recinto con 1.054 casetas, 15 de las cuales son de acceso público; una Calle del Infierno con 360 atracciones y una portada de 39 metros de altura inspirada en el edificio regionalista del Hotel Alfonso XIII, iluminada por 25.000 luces tipo led y con un coste que ha rondado los 50.000 euros. Su diseño se atiene al elegido para la cancelada Feria de 2020.

Mientras, el Ayuntamiento de Sevilla ofrece un año más visitas guiadas en la Feria de Abril que están dirigidas a quienes visitan el Real durante estos días. El objetivo es presentar la Feria de Sevilla a los turistas, explicando las costumbres y la forma de disfrutar de esta fiesta. En total, se llevarán a cabo 25 visitas guiadas durante los días oficiales de Feria, entre el 1 de mayo y el sábado 7 de mayo. Los días que se espera mayor afluencia por ser festivos nacionales o sábado se realizan cuatro pases y el resto de jornadas habrá tres pases diarios. El número máximo de personas por visita será de 30 personas.

Se trata de un servicio público y gratuito de visitas guiadas dentro del Real de la Feria. Este servicio se difunde a través de las redes sociales de la Sevilla City Office, así como desde las dos oficinas de turismo en la ciudad y los dos quioscos de información turística en el propio Real. Para solicitar una visita guiada, debe hacerse presencialmente en los puntos de información de la Feria, situados junto a la Portada en la calle Antonio Bienvenida y en la calle Costillares.

El encendido de anoche corrió a cargo de una representación de los múltiples servicios públicos, empresas municipales y sociedades y entidades privadas, entre otras entidades; cuyo despliegue, esfuerzo y en especial efectivos hacen posible la celebración de este multitudinario evento al proporcionar vigilancia, prevención, asistencia de urgencias, limpieza, transporte y todos los servicios necesarios para que la Feria transcurra con todas las garantías.

La Feria de este año, que coincide con el 175 aniversario de la fundación de esta fiesta y cuyo impacto económico se calcula en 900 millones de euros, viene marcada por las medidas preventivas frente al Covid-19, como casetas con montera en las trastiendas para favorecer la circulación del aire; si bien media la posibilidad de no usar mascarillas en interiores; además de la sustitución de las bombillas convencionales por luces Led menos contaminantes, la eliminación de 50 puntos negros para la accesibilidad y la ampliación de los días (tres en total) en los que la Calle del Infierno reduce el ruido para favorecer que acudan personas con trastornos del espectro autista.