Le impiden bailar por ser gays
Según informa diario "Público", un nuevo incidente de homofobia en una de las casetas del recinto ferial de Sevilla ha vuelto a ocurrir. Carlos Iglesias, peluquero de 31 años, y su marido, pareja de hecho, Juan Carlos Cabezas, de 24, productor de televisión, acudieron en la madrugada del viernes al sábado, sobre la 1.30 horas, a la caseta Pero como tú ninguna, en el número 100 de la calle Pascual Márquez, en el recinto de la Feria de Sevilla. Estaban invitados y no iban solos. Los acompañaban cinco amigos más, algunos a su vez amigos de hijos de socios de la caseta, propiedad de los Donantes de Flores de la Virgen de la Macarena. José Carlos y su pareja salieron a bailar unas sevillanas juntos. Pero ni pudieron empezar. El jefe de la caseta se lo impidió por ser gays.
Ordenan parar la música
Una señora protestó cuando los vio salir a bailar y avisó a su marido, presidente de la caseta, “un hombre de más de 70 años, que estaba enfadado pero no parecía borracho”, según lo describe Ana, una testigo. El señor y su mujer ordenaron parar al grupo musical. “Ambos les dijeron al declarante y a su pareja que no podían bailar, que estaban en una caseta de orden y dos hombres no podían bailar juntos y que en qué país vivíamos”, dice la denuncia presentada por José Carlos en el Juzgado de Instrucción 5, de guardia el sábado.
Intervención de la Policía
La denuncia dice: “Les invitaron a ambos a que se fueran de la caseta alegando que era privada, negándose el declarante a marcharse, por lo que él mismo llamó al 092 acudiendo una dotación de la Policía Local”. “Fue muy desagradable. Le dije que me iría cuando llegara la Policía”, explica José Carlos, que se declara indignado por lo sucedido y explica que respondió airadamente porque no está dispuesto a tolerar conductas homófobas. Finalmente José Carlos avisó a la Policía y se quedó a la espera de su llegada, con su pareja y sus amigos, a las puertas de la caseta, ya que estimaron que su presencia dentro podría acalorar aún más la situación. La Policía tomó los datos a los denunciados y José Carlos y sus amigos se fueron.
"Muy borde"
José Carlos dice que el denunciado estuvo en todo momento “muy borde”. “El hombre decía: ‘Aquí no bailan maricones’”, cuenta Alejandro Guerra, testigo de 24 años, que no conocía a la pareja. “La mayoría de los presentes se puso de parte de José Carlos y contra el presidente, que estaba fuera de sus casillas”, añade. Eduardo Rodríguez, de 30 años, amigo de José Carlos, atestigua: “El hombre insistía en que eran las normas de la caseta, que allí dos hombres no podían bailar juntos”.