Cinismo, falsedad y cara dura con García Lorca
Por ello ven en el PP granadino un aunténtico signo de cinismo y de doble moral, que desde la Diputación de Granada, que gobierna por primera vez el PP desde las pasadas elecciones municipales, se haya decidido otorgar a Federico García Lorca el título de Hijo Predilecto de la provincia. Todo un PP, el andaluz y el granadino, que con su jefe Javier Arenas a la cabeza, criticaron denodadamente e incluso hicieron mofa del frustrado intento, el pasado año, de encontrar los restos del poeta.
Mofas por la búsqueda de los restos de Lorca
Frases como gastos innecesarios, remover viejas heridas o burlas como que "sólo se habían encontrado latas", fluyeron de las lenguas viperinas de la derecha. Ahore en cambio, con una actitud fría y falsa, la Comisión de Honores y Distinciones de la Diputación va a trasladar al pleno de este mes la propuesta para que se le conceda a Lorca el reconocimiento el próximo 3 de noviembre.
De enemigo de la Memoria Histórica a adalid de Lorca
Que Sebastián Pérez, presidente de la Diputación y del PP de Granada así como concejal de Presidencia del Ayuntamiento de la capital, se convierta ahora, de la noche a la mañana, en el adalid de la figura de Lorca, suena a broma macabra. Porque fue el mismo Pérez, quien siempre ha defendido la no retirada del monumento a José Antonio. El mismo que afirma ahora sin inmutarse ni ruborizarse que "Granada siempre estará en deuda con Federico y por eso desde la Diputación no cejaremos en mantener vivo su legado". ¿Desconoce tal vez Pérez quién fue el fundador de Falange y quiénes y qué formación alentó y asesinó al poeta de FuenteVaqueros? Para ser Presidente de la Diputación de Granada debería ser exigible un mínimo de conocimiento de la historia de la provincia... o más conciencia humana.
"La doble moral del PP"
Pero no queda todo ahí. El Ayuntamiento granadino también del PP y bajo la presidencia en el partido del propio Sebastián Pérez, ha protagonizado un hecho tan vergonzoso como mandar que se retire, año tras año, una pequeña placa de recuerdo a los numerosos fusilados republicanos en la tapia de cementerio granadino. Una y otra vez, la Asociación de Memoria Histórica de Granada y familiares de víctimas, colocan en la tapia donde murieron la placa, y también una y otra vez, el Ayuntamiento ordena a los trabajadores municipales que la descuelguen y desaparezca. Y ya van cuatro veces. ¿Considerá, el Sr. Pérez, que también el hecho de colocar una placa en honor de los asesinados es un acto "talibán", como se refirió a la posibilidad de retirar el monolito a José Antonio?
