Se llama Solidaridad, como el legendario sindicato polaco, se constituyó hace ya tres meses, lo dirige el portavoz adjunto de la formación ultra en el Parlamento andaluz, Rodrigo Alonso, y su sede está ubicada en un inmueble de la distinguida zona de Madrid de Los Jerónimos. Se da la particularidad de que al menos uno de los tres cofundadores de Solidaridad admite que jamás ha pisado la sede del sindicato que él mismo creó.

La noticia sobre la extraña sede del extraño sindicato ha sido publicada hoy por InfoLibre, en una información firmada por Alicia Gutiérrez.

Según revela el digital, el Sindicato para la Defensa de la Solidaridad con los Trabajadores de España (Spdste) registró como "sede social" un edificio encajado en una de las “calles más selectas del barrio madrileño de Los Jerónimos, entre el Retiro y el Paseo del Prado". Allí, en el número 20 de la madrileña calle Antonio Maura, "ni hay ni ha habido rastro del nuevo sindicato”, aunque en el inmueble sí tienen su sede más de 60 sociedades mercantiles.

De los tres cofundadores, uno de ellos admite al periódico que jamás pisó el edificio, “es decir, que no ha acudido nunca al supuesto escenario donde nació su sindicato. Una vez informados los portavoces de Solidaridad de que ese reconocimiento había existido, el departamento de prensa cortó toda comunicación” con la periodista. 

InfoLibre recoge la opinión de expertos sobre la peculiar sede del sindicato ultra. El laboralista Manuel de la Rocha explica: "Que haya un domicilio social ficticio indica que no es un sindicato sino una ficción lanzada por Vox en contra de los trabajadores".

La información recuerda también el historial de Rodrigo Alonso: "Empresario autónomo, exconcejal de Hacienda por el PP en Antas (Almería) hasta que el partido lo relegó en 2015 a un puesto de suplente en la lista municipal, Rodrigo Alonso saltó ya a la fama en su comunidad cuando arrancó en el tablón de anuncios de la Cámara autonómica carteles del sindicato CGT.

Con un salario neto mensual de 3.016 euros (4.263,73 brutos) como diputado autonómico, Alonso afirmó hace una semana lo siguiente en una entrevista con el diario La Razón"No voy a ser liberado sindical. Yo le quito tiempo a mi familia para trabajar en el sindicato". La legislación española garantiza un sueldo a todos los diputados para que puedan representar a los electores con independencia de su situación económica personal. El escaño nunca se solapa con el cargo de liberado sindical".