La gestión de la crisis económica, está poniendo sobre la mesa la falta de rumbo del PP, además de derrumbar el mito que venía a decir que la derecha sí sabía gestionar la economía.

Los andaluces y andaluzas venimos sufriendo día tras día un ataque sistemático desde el Gobierno Central. Es un suma y sigue que va en la genética de la derecha rancia, según el cual los andaluces somos algo así como inferiores. En estos últimos años los miembros de la dirección del PP han venido insultándonos, vease las declaraciones de los actuales ministros Montoro y Mato.

Ahora se trata de atacar al presupuesto, de asfixiar las opciones que pudiese decidir el Gobierno andaluz, el evitar que se pueda llevar a cabo otra forma de gobernar, que no sea un ejemplo para otras Comunidades. El penúltimo ataque ha sido destrozar las transferencias para Políticas activas de empleo, lo que viene traduciéndose en programas como Talleres de Empleo, Casas de Oficio, etc. A pesar de ser prioritario el Empleo, al menos en la campaña, el PP dinamita las vías para la creación de empleo en nuestra tierra.

Paralelamente manda a Andalucía a nuevos embajadores como Beteta, para intimidar y amenazar veladamente a la Junta. Un gran político este Beteta, que fue el Consejero de economía de la comunidad de Madrid hasta hace un año, y por tanto responsable de que la deuda real sea justo el doble que la declarada, un esconde facturas que por su buena gestión, ahora es la mano derecha del gran Montoro.

Sin embargo en este discurso del no hay otra solución, es que no hay dinero y la herencia recibida, hace aguas con el gran rescate a la Bankia del amigo Rato. Si el “ahorro” por cerrar hospitales, re-cobrar por servicios sanitarios, subir tasas universitarias, quitar becas y despedir profesores, es de diez mil millones, resulta que salvar la banca que ha dirigido el brillante Rato, cuesta el doble, y como diría un castizo, “pa eso sí hay parné”.

En algunos países, los intereses de los territorios, están  por encima de los propios de los partidos. Esto no es así en España, y dirigentes como Merino o el eterno candidato Arenas, se suben en el AVE, y no se sabe si por efecto de la velocidad o de la moqueta de la Villa y Corte, hace que voten políticas y decretos que atacan directamente a su tierra.

Cuando llegan las elecciones buscan explicaciones a sus resultados en fallos demoscópicos, en errores de campaña o en lo que viene diciendo la caverna, que los andaluces somos unos ignorantes. Pero no son conscientes de que este día a día de ataque continuado a Andalucía, no pasa desapercibido.