Quedan por concretar el día y la hora, pero hay acuerdo en lo principal: los tres candidatos de las primarias socialistas coinciden en celebrar un único debate, que tendrá lugar en la sede regional del PSOE de Andalucía. Solo el candidato menos conocido, Luis Ángel Hierro, prefería dos debates en vez de uno.

Los equipos de Susana Díaz, Juan Espadas y Luis Ángel Hierro alcanzaron el acuerdo y este martes está previsto que se celebre una nueva reunión para abordar los aspectos técnicos y de contenido del debate, en el que habrá participación de la militancia con preguntas, seguramente por vía telemática, aunque no de periodistas a excepción del moderador, aún por consensuar.

En el debate de las primarias de 2017 que enfrentaron a Pedro Sánchez y Susana Díaz tampoco participaron periodistas, aunque fue moderado por la redactora de La Vanguardia Carmen del Riego.

Pese al tira y afloja de la negociación para fijar los términos del debate, no se espera que durante el mismo se quiebre el buen tono que en general ha tenido la precampaña. Éstas no están siendo ni se prevé que sean unas primarias a cara de perro.

La candidatura de Espadas prefiere que el debate se celebre en lunes, la de Hierro el martes y la de Díaz el viernes, aunque es muy improbable que tal disparidad de criterios tenga mucho recorrido ni llegue a impedir la celebración del que sin duda será el acto que puede marcar un punto de inflexión en la campaña.

No hay por ahora ningún sondeo que permita anticipar con cierta fiabilidad qué ocurrirá el 13 de junio, día de la votación. En principio, el candidato con más opciones de victoria es Juan Espadas, a quien se considera apadrinado por la dirección federal del partido, aunque el alcalde de Sevilla está intentando desembarazarse de un sambenito que, piensa, podría perjudicarle.

Aun así, nadie, ni siquiera el periodismo que le es más adverso, se atreve a descartar que Susana Díaz pueda dar la sorpresa, sobreponiéndose al que sin duda es su gran lastre: haber perdido la Junta de Andalucía tras 37 años de mandato socialista.

Díaz deberá convencer a la militancia -a la que conoce mucho mejor que sus dos adversarios– de que si ganó las elecciones en 2018 aunque perdiera el poder, puede volver a ganar e impedir que el PP y Vox formen gobierno.

Pero, llegado el caso, ni ella ni Espadas lo tendrán fácil para desalojar de San Telmo a un Moreno Bonilla al que casi todos los sondeos le atribuyen mayoría absoluta sumando sus escaños con los que obtendría la extrema derecha.

La esperanza de Hierro no es ganar sino sumar los votos suficientes para forzar una segunda vuelta, que disputarían el primero y el segundo en el caso de no obtener ninguno de ellos más del 50 por ciento de los votos.

A la cita están convocados casi 47.000 socialistas, la mayoría de los cuales probablemente depositarán su voto teniendo esta pregunta en mente: ¿cuál de los tres candidatos tiene más posibilidades de recuperar la Junta de Andalucía?