El positivo en legionella el pasado mes de enero en un centro escolar de Benalmádena, en concreto en el CEIP Mariana Pineda, generó, obviamente, alarma social en la localidad malagueña y un sinfín de comentarios en las redes sociales. Además de esto, ha provocado enfrentamientos políticos entre el Gobierno municipal (PP) y la oposición socialista a propósito de la periodicidad en la realización desde el Ayuntamiento de los controles preventivos.

El caldo de cultivo para el enfrentamiento estaba servido desde que el alcalde, Juan Antonio Lara, sacaba pecho a comienzos de año criticando al gobierno socialista anterior del municipio al que le achacaba “dejadez” en este asunto de la prevención, motivo que les obligó, a juicio del regidor popular, “a ponerse a trabajar desde el minuto uno, primero en impulsar un contrato menor que cubriera de forma urgente los colegios, guarderías y Centro Municipal Ocupacional, y de forma paralela en un contrato mayor para cubrir el resto de aljibes municipales”.

Sin embargo, Lo que se sabe ahora es que, el primer edil no informó a los vecinos es de que, en el mes de octubre de 2023, tres meses antes del positivo en este CEIP Marina Pineda, la empresa municipal Provise había invertido 35.404,60 euros de las arcas públicas en la adquisición de una maquinaría, cuya compra se justificaba, entre otros, precisamente en la prevención de la legionella y otras bacterias en los colegios e institutos de Benalmádena.

Según el digital local Olébenalmádena, en el informe de la gerente de Provise -es el único que existe, pues no hay ninguno técnico ni de Sanidad- que justifica la necesidad de este gasto se especifica que “el sistema Génesis, que consiste en un aparato que elimina el aire del agua haciendo que desaparezca el 99,99% de las bacterias aerobias y el 100% del plomo, el Till rod está formada por metales semi-preciosos que consigue ligar el ácido carbónico y así eliminar el problema de la cal. Por otro lado, lleva un cartucho que contiene perlas de ópalo para tratar bacterias multirresistentes como pseudomonas, legionela y E. coli, también lleva un filtro de malla de 20 micrones que atrapa parásitos, arena y algas, también contiene un filtro PF para atrapar microplásticos y una fase magnética formada por 4 imanes que crean un campo magnético para desincrustar metales pesados existentes en el agua y la cal de las tuberías”. Asimismo, se resalta que los aparatos se amortizarán con el ahorro en productos de limpieza.

Sin licitación pública y a dos empresas distintas

Llama la atención que la compra de estas máquinas preventivas de la legionella se abonó a través de dos facturas a dos empresas distintas, emitidas el mismo día y por un importe idéntico de 17.702,30 euros, impuestos incluidos, evitando así una licitación pública con la pertinente concurrencia de los negocios que así lo vean oportuno.

Sin entrar a valorar la casualidad de la doble facturación, se destaca la vinculación profesional de una misma persona con las dos compañías a las que se compra la maquinaria y ni siquiera, la conexión familiar de esta persona con un cargo político en activo del Gobierno local del PP en Benalmádena, la cuestión es que, tal y como cuestionó el PSOE en el pasado Pleno, pudiera darse el caso de que las maquinas tuvieran algún tipo de incidencia ante el positivo en legionella registrado este año, meses después de que estuvieran a pleno rendimiento.

El Gobierno local no ve “pertinente” hacer ningún informe técnico

En la web de las empresas, según el PSOE, anuncian los aparatos como “los más eficaces para prevenir la legionella, entre otras bacterias”. A la pregunta formulada por los socialistas, en la que se cuestionaba si se iba a interponer alguna reclamación a los proveedores, a la par que solicitaban la elaboración de un informe técnico de Medio Ambiente sobre la funcionalidad de los equipamientos adquiridos, el Gobierno local se mostró contundente. Los más de 35.400 euros del dinero público se han gastado “para descalcificar y purificar el agua -indicaba el PP en el último Pleno-, no vamos a pedir ninguna reclamación tras el positivo en legionella y no vemos pertinente hacer ningún informe técnico al respecto”. Eso sí, a razón de casi 3.000 euros cada aparato, sin impuestos incluidos ni coste de instalación, a cargo del bolsillo del benalmandense.

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