Al consejero de Presidencia y portavoz Elías Bendodo no podrán reprocharle sus compañeros del Gobierno andaluz que se queda corto a la hora de ponderar los éxitos logrados por el Ejecutivo de PP y Cs.

En los doce meses que lleva compareciendo cada martes ante los periodistas tras el Consejo de Gobierno, el político malagueño ha demostrado tener excelentes dotes no ya para vender los éxitos gubernamentales, sino incluso para publicitar como tales consecuciones que no lo son tanto y hasta que no lo son en absoluto.

La oposición de izquierdas pensará que lo que caracteriza a Bendodo no son cualidades sino defectos, pero, encantado como está con él el presidente Juanma Moreno, el portavoz bien podría replicar desahogadamente con aquella máxima de Joubert según la cual “a veces se nos ama más por nuestros defectos que por nuestras virtudes”.

Palabra de portavoz

Este martes tocaba hacer balance del primer año del ‘Gobierno del cambio’ y el portavoz se empleó a fondo para resaltar los logros gubernamentales. Pero tanto se empleó que no tuvo empacho en incluir entre los méritos de la Junta la mejora de los datos turísticos durante el año 2019, pese a que la evolución del sector en Andalucía fuera positiva no ya en 2018, 2017 o 2016, sino en realidad a lo largo de las dos últimas décadas a excepción de los años más duros de la crisis, de 2008 a 2010.

En su insaciable aprovechamiento político de los datos, Bendodo no es distinto a otros portavoces gubernamentales, un oficio para cuyos titulares las estadísticas vienen a ser como los cerdos para la industria cárnica, de los que todo se puede aprovechar.

Congelación imaginaria

Los portavoces –y los políticos en general, al menos hasta la irrupción de Donald Trump– suelen respetar la norma no escrita de que siempre hay que decir la verdad pero nunca, por supuesto, toda la verdad.

Elías Bendodo también se ha saltado más de una vez esa regla. Volvió a hacerlo ayer mismo al confrontar la importante subida por el Gobierno andaluz del complemento a las pensiones asistenciales y no contributivas con la “congelación” de las pensiones por el Gobierno central”.

En realidad, para poner en valor el 4 por ciento de subida inyectado por la Junta a esas ayudas a los jubilados más desprotegidos, el portavoz no necesitaba adornar un mérito que se defiende solo con la mentira de que el Gobierno central había congelado las pensiones, cuando hasta el más desmemoriado de los periodistas presentes en la rueda de prensa debía recordar el incremento del 0,9 por ciento aprobado por el Gobierno de Sánchez hacía ¡solo una semana!

Los tres motores

Por lo demás, el consejero puso el énfasis en el “funcionamiento a buen ritmo” de lo que denominó los “tres motores del cambio”: la economía, los servicios públicos esenciales y las políticas de regeneración democrática.

Bendodo ofreció datos sobre la mejora del empleo o el incremento de contrataciones en la sanidad y también elogió los beneficios que tiene para las arcas públicas la bajada de impuestos, cuya recaudación “aumentó” en 2019, aunque no acompañó con datos su afirmación.

No menos estupendo se puso el consejero portavoz al evaluar la gestión de los fondos europeos, hasta el punto de deslizar que cierto comisario europeo –cuyo nombre se abstuvo de revelar– le había comentado al nuevo Gobierno andaluz lo bien que lo estaba haciendo, y no, según dicho interlocutor, como sus antecesores.

Sobre la ejecución de los fondos europeos hay, en todo caso, controversia con los Gobiernos del pasado, cuyos portavoces en la materia niegan con rotundidad los datos y porcentajes que ayer Bendodo volvió a dar como indubitablemente verdaderos, sabedor de que, como el papel, la estadística lo aguanta todo. El presidente Moreno tal vez pudiera encontrar un portavoz más virtuoso pero, desde luego, no más eficaz.