Como reconocía el propio presidente Juan Manuel Moreno al justificar la prudencia de las medidas por el objetivo de "evitar una cuarta ola tan agresiva como la que sufrimos después de Navidad", el Gobierno andaluz no ha querido repetir en Semana Santa el errror cometido entonces.

El presidente ha informado de que se mantiene el cierre de la movilidad entre provincias tres semanas más, con lo que se incluyen la Semana Santa, aunque se retrasa el inicio del toque de queda a las 23,00 horas, y a las 22,30 horas el cierre de los negocios de hostelería y comerciales.

Así lo ha anunciado el presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno Bonilla, en una comparecencia pública tras presidir en la tarde de este miércoles, en el Palacio de San Telmo de Sevilla, la reunión del Consejo Asesor de Alertas de Salud Pública de Alto Impacto (Comité de Expertos).

La decisiones adoptadas, siguiendo las recomendaciones de los expertos y con el objetivo de evitar una cuarta ola de la pandemia del coronavirus tan agresiva como la que se produjo tras las pasadas navidades, tendrán una vigencia de tres semanas, desde este viernes 19 de marzo y hasta el 9 de abril.

Como novedades se ha decidido retrasar a las 23,00 horas el inicio del toque de queda, que actualmente comenzaba a la 22,00 horas, mientras que seguirá finalizando a las 6,00 horas, mientras que también se ha decidido retrasar en una hora el cierre de los negocios hosteleros y comerciales, de manera que a partir del viernes podrán cerrar a las 22,30 horas, en lugar de las 21,30 horas, como ocurre en este momento.

La limitaciones en cuanto a reuniones de personas se mantienen, esto es, seis personas máximo en el exterior y cuatro personas en el interior de los negocios de restauración.

"Dar un respiro a los negocios"

Andalucía seguirá manteniendo el cierre de la movilidad entre provincias en las próximas tres semanas, junto al cierre perimetral de la comunidad autónoma de acuerdo con la decisión adoptada en el Consejo Interterritorial de Salud.

El presidente ha expresado que es consciente de que habrá ciudadanos a los que no les gusten las decisiones adoptadas este miércoles, pero es necesario seguir manteniendo mucha prudencia, de manera que el cierre de las ocho provincias hasta después de Semana Santa es una decisión "prudente, sensata y oportuna. El único objetivo es evitar una cuarta ola tan agresiva como la que sufrimos después de Navidad".

No obstante, ha considerado que con las nuevas medidas los andaluces tendrán dentro de las respectivas provincias más margen de movimiento. "Son cambios que adoptamos con el afán y el interés de dar un respiro a los negocios, pero también a los ciudadanos, que lo necesitan", ha agregado.

El presidente andaluz ha explicado que, en base a los datos y al consejo de los expertos, abrir la movilidad entre provincias podría suponer una nueva situación de riesgo para la salud de los andaluces. Y es que, Andalucía se mantiene en un nivel de riesgo medio-alto con una incidencia hoy de 123 casos por cada 100.000 habitantes.

En este sentido, ha dicho que "la curva no termina de bajar", estando la comunidad ahora en una "meseta" con cierta tendencia a subir a partir de la próxima semana. Así se desprende, según ha concretado, de los datos del grupo de predicciones y ese es el pronóstico del Instituto Carlos III, que usa un modelo basado en la inteligencia artificial.

Ningún reproche a la farmacéutica

Por otro lado, ha hecho hincapié en la presencia de cepas del virus en Andalucía. Como la británica, que en provincias como Almería es ya dominante al 80%, mientras que en otras como Huelva apenas llega al 20% su incidencia. "Es conveniente evitar su propagación", ha añadido. Así, ha hecho mención también de la cepa sudafricana, tanto o más contagiosa que la británica y más resistente, que también está presenta ya en la comunidad autónoma.

En este punto, ha resaltado también los contratiempos en la vacunación, que, a su juicio, no va al ritmo deseado a pesar de que Andalucía es la comunidad que más vacunas pone en España.

Sin embargo, el preisdente no ha hecho ni el más mínimo reproche a la biofarmacéutica AstraZeneca, responsable directa de la falta de vacunas al incumplir –como volvió a recordar ayer la presidenta de la Comisión Europea– el contrato firmado con Bruselas.

Ursula von der Leyen denunció que 10 millones de dosis europeas han cruzado el canal de la Mancha hacia el lado británico mientras AstraZeneca sigue sin enviar al continente ni un solo vial desde sus fábricas en la isla. Las quejas de Moreno y de la Junta se han dirigido prácticamente siempre al Gobierno de España por no facilitarle suficientes vacunas.

El presidente andaluz ha recordado que se han administrado 1.137.791 dosis, lo que significa el 93% de las recibidas. Sin embargo, sólo hay inmunizados 383.633 andaluces con las dos dosis, esto es, un 4,4% de la población. A todo esto, hay que sumar que en estos momentos el Ministerio de Sanidad ha suspendido temporalmente el uso de la vacuna de AstraZeneca. "En Andalucía tenemos 40.500 dosis paralizadas", ha puntualizado.

Un poco de autobombo

Moreno ha recordado que ya ha pasado un año desde que comenzamos a luchar contra el coronavirus y que hoy la situación sigue siendo grave e igual de imprevisible que entonces, ya que en este tiempo casi medio millón de andaluces han sido diagnosticados de coronavirus y más de 9.000 han perdido la vida.

Así, ha subrayado que Andalucía ha apostado por un modelo de equilibrio porque "no sólo está en juego la salud y la vida de todos, sino también el empleo y el pan de miles de familias".

Aunque no hay más constancia de ello que las declaraciones del propio Gobierno andaluz, Moreno ha asegurado que "Andalucía ha sido y es un modelo bien visto por el resto de las comunidades autónomas a la hora de tomar decisiones. Se ha hablado mucho de la anticipación –ha dicho literalmente– de esta comunidad, pero es más oportuno hablar de prudencia".

Moreno se ha referido a las vacunas de las que ha dicho que ya se ha demostrado que son efectivas y es que ha apuntado que en las residencias de mayores el virus ha desaparecido y la incidencia ha pasado a ser de cero. A este respecto, ha manifestado que es consciente de la preocupación por las últimas noticias relacionadas con AstraZeneca, pero ha reclamado seguir confiando en la vacunación y en la ciencia. "Más de la mitad de los mayores de 80 años han recibido al menos una dosis y uno de cada cuatro está ya inmunizado".