Los periodistas se lo preguntaron de distintas maneras, pero Teresa Rodríguez logró no contestar la pregunta, que no es lo mismo que no lograr contestarla.

La pregunta era: ‘Si fueras catalana, ¿votarías en el referéndum del 1-O?’ Respuesta 1: “Andalucía no pierde nada porque Cataluña se exprese en esa consulta o movilización; estoy en contra de utilizar la bandera andaluza para tirar piedras hacia Cataluña". Respuesta 2, tras serle reformulada la pregunta: “Es que no soy catalana, soy andaluza y no se me hubiera ocurrido, como hizo el PP en su momento, estar en contra del referéndum del 28F y después pasearse por los homenajes".

Unos contestan y otros no

El día anterior, sin embargo, el scretario de Comunciación de Podemos, Pablo Pérez Ganfornina, a preguntas de este periódico no se anduvo con ambigüedades y respondió, sin medias tintas, que él sí votaría el 1-0 si pudiera hacerlo. 

La líder de Podemos Andalucía, que participaba en Sevilla en una protesta del sindicato CGT contra la imposición de la administración electrónica en la Seguridad Social, tenía decidido que no contestaría a esa pregunta que todos los periodistas que cubrieron el acto iban a hacerle.

La ‘culpa’ fue de Pablo

Esta vez la ‘culpa’ no era de los periodistas: el pie lo había proporcionado el propio líder de Podemos, Pablo Iglesias, que días antes había sido muy contundente al exponer la posición ante el referéndum planteado por la Generalitat para el próximo 1 de octubre: “Si yo fuera catalán, no iría a votar”. No es esa, en cambio, la posición de la dirección de Podemos Cataluña, partidaria de acudir a votar aun cuando entiendan que el resultado de la consulta no es vinculante.

La formación morada las está pasando de ese mismo color para salir del atolladero en que la ha metido el desafío independentistas catalán, aunque quien sin duda se ha visto obligada a hacer más equilibrios es la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, cuya ambigüedad le ha sido reprochada tanto por ‘unionistas’ como por ‘’secesionistas’.

La coordinadora general de Podemos Andalucía admite, en todo caso, que el referéndum unilateral planteado por la Generalitat "no tiene garantías", pero atribuye su convocatoria a que “hay un absoluta parálisis por parte de la Administración central para resolver el conflicto".