Curioso, ABC, La Razón y El Mundo son los únicos diarios de información general que dan a Mariano Rajoy la victoria (y por goleada) durante el debate de anoche organizado por la Academia de la Televisión. Un cara a cara en el que descubrimos por qué el jefe del Ejecutivo no ha querido participar en ningún otro debate. No sólo no tiene respuesta sobre el escándalo Bárcenas, los sobresueldos de su partido y la corrupción en general, sino que perdió completamente los papeles frente a un Sánchez crecido que le puso contra la pared.

 

Iñaki Gabilondo cree que el candidato socialista fue "brillante" y "dio medida de líder como hasta ahora yo no le había visto". Sin embargo no le gustó que le dijera que no es "una persona decente". En su opinión, fue un "patinazo porque a partir de ese momento todo fue vinagre y bronca, la habitual pelea a palos entre el PP y PSOE de la que hemos acabado hartos y de la que han salido huyendo las nuevas generaciones".

En la tertulia de la Cadena SER, Joaquín Estefanía y la cronista parlamentaria de El Mundo, Lucía Méndez, también hablaban de la incontestable victoria de Pedro Sánchez. 

Incluso Nacho Escolar, habitualmente crítico con el líder socialista, valoró positivamente su actuación.

"Fue tremendamente eficaz en desmontar a Mariano Rajoy; en poner frente al espejo en horario de máxima audiencia, frente a millones de espectadores, al político que ha protagonizado una de las legislaturas más vergonzosas de la historia democrática de este país. Era casi la primera vez en cuatro años que Rajoy no se escondía en el plasma o en Bertín Osborne y el candidato del PSOE aprovechó la oportunidad. Sánchez empezó nervioso, cortado por Manuel Campo Vidal, que le interrumpió en su primera intervención cuando reprochaba al presidente que no se hubiese dignado a debatir más. Se fue creciendo en la parte económica, acorraló a Rajoy por sus mentiras sobre el rescate a la banca o sobre los recortes y consiguió sacarlo de sus casillas cuando llegó a la herida que sangra, a la corrupción. Bárcenas, Rato, Granados, Púnica… A Sánchez no le faltaba munición".

Antonio Casado, en El Confidencial, cree que Sánchez "se comió a Rajoy en un debate de verdad"

La ofensiva del candidato socialista resultó de lo más eficaz para sus intereses, hasta el punto de sacar de quicio a su adversario, al que acusó de no ser creíble en la lucha contra la corrupción. 

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Contundente en el fondo y agresivo en las formas, Sánchez se quitó las telarañas de su participación en anteriores debates, manejó con solvencia los datos, mientras Rajoy se llegó a hacer un lío con los papeles que tenía sobre la mesa (el exceso de datos le quitó naturalidad), y claveteó con eficacia la idea de que PP y PSOE no son lo mismo, por mucho que los partidos emergentes (Ciudadanos por la derecha y Podemos por la izquierda), situados en la mayoría de las encuestas en el tercero y cuarto puesto del 'ranking' electoral, hayan convertido el bipartidismo de estos años en el chivo expiatorio de su discurso.

Sin embargo, Pedro Sánchez no ha convencido a los gurús de la derecha mediática. Así, Carlos Herrera, instalado en la cresta de la ola desde su llegada a la COPE, cree que "Sánchez quedó como un señor que insulta", argumentó. En su opinión iba ganando hasta que se le ocurrió llamar "indecente" a Mariano Rajoy. En su opinión parecía una actuación dirigida a Podemos. Cree que se convirtió en el "rey del eslogan" y que quienes ganaron el debate fueron los ausentes. "Parecer tabernario no es un acierto estratégico", sentenció.