Causó sensación el año pasado, pero desde la cima de las ventas, acaba de caer al hoyo del desprestigio. Juego para niños, desahogo anti estrés para adultos... Fueron muchos los beneficios que se atribuyeron, en los últimos meses, al spinner fidget, que creó hace treinta años la ingeniera Catherine Hettinger para entretener a su propia hija. Sin embargo, la Comisión Europea acaba de publicar los datos del informe de 2017 de su Sistema de Alerta Rápida sobre productos peligrosos no alimentarios, y éste revela que, en la lista de más de 2.000 avisos sobre productos peligrosos que recibió el año pasado esta entidad, los spinners quedaron a la cabeza con el 29% de los casos. El un total, acumularon 2.201 alertas. Tras los juguetes, los vehículos de motor representaron el 20% de los avisos y las prendas de vestir, textiles y artículos de moda un 12%.

Ingesta y asfixia, sobre todo infantil

La mayoría de las alertas se debían a ingesta o asfixia, sobre todo de niños. Especialmente peligrosos han resultado "los que contienen pilas de botón" y los que tienen "pequeñas partes fácilmente desmontables". En estos casos, "la intervención hospitalaria es necesaria y urgente", precisa el documento. Las alertas generaron "cerca de 4.000 acciones de seguimiento, tales como la retirada del mercado", señala la autoridad comunitaria, que se fija como "reto" garantizar que los productos comprados en línea y procedentes de terceros países "cumplan las normas de seguridad de la UE".

La mayoría proceden de China

Los productos señalados como peligrosos procedían en un 53% de China (1.156 alertas), mientras que los de origen europeos representaron un 26% (413 notificaciones): Alemania (184), Francia (118), Italia (49), entre otros. El sitio web del Sistema de Alerta Rápida (ec.europa.eu/consumers/rapid-alert-system) actualiza semanalmente los productos señalados por los diferentes países. En 2018, este mecanismo ya ha registrado 393 alertas, en un 36% juguetes.