Ratas. Es solo nombrar a este animal y provocarnos reacciones desagradables. Asco, miedo, picor en todo el cuerpo. Son inseparables de los humanos y hay estimaciones que aseguran que en las grandes ciudades hay tantas ratas como personas, pero siguen siendo un animal maldito.

Un tercio de Europa

Buena parte de esta maldición la tiene la Peste Negra. Esta terrible enfermedad que asoló Europa en el siglo XIV se ha achacado a las ratas. En concreto a las pulgas que estos roedores portaban y que ase aseguraba saltaban a los humanos y les contagiaban la enfermedad. Pero ahora un nuevo estudio exculpa a estos simpático animalitos de la muerta de más de un tercio de la población europea. Según la investigación conjunta de las universidad de Oslo en Suecia y ferrara en Italia el origen de la peste puede atribuirse con más fidelidad a pulgas y piojos humanos. Es decir, la enfermedad se transmitió através de parásitos humanos no de las ratas. Esto explicaría la rapidez de propagación de la enfermedad y el elevado número de afectados. También que llegara por igual a ciudades y a aldeas.

Tres modelos para tres teorías

Para llegar a estas conclusiones, los investigadores realizaron diferentes simulaciones de brote patológicos en distintas ciudades. As simulaciones reproducían tres modelos: el contagio por ratas, por parásitos humanos y por el aire. En siete de las ciudades estudiadas, el modelo de parásitos humanos fue el que más rápido se extendió y el que a más gente afectó. Además de una revisión del pasado digna de aparecer en los libros de Historia, los expertos esperan que este estudio sirva para predecir los vectores de contagio de nuevas epidemias. Y también de paso para tratar de lavar, al menos en parte, la denostada imagen que aún hoy tenemos de las ratas que viven a nuestro alrededor.