En muchos países del Tercer Mundo, el consumo de agua no potable es una de las principales causas de mortalidad. En los países desarrollados, la optimización de los sistemas de purificación han salvado millones de vidas desde hace siglos. Pues aún así, una nueva moda absurda ha surgido en Estados Unidos. La de el agua cruda. (raw water, por allí). Consumir agua sin filtrar, con todos los peligros que eso comporta.

Agua nada barata

Tal y como informa New York Times esta moda se está imponiendo y no precisamente entre las capas menos ilustradas de la población. Son los habitantes de Silicon Valley, por ejemplo, los que más están demandando este tipo de agua que nos e ha sometido a ningún tratamiento. Y claro, están pagando precies exorbitantes por agua sucia. Una garrafa de apenas 10 litros de esta agua cruda puede alcanzar los 40 dólares y ya está siendo comercializada por empresas como Live Water.

Dulce y suave

Según estás compañías, el agua se obtiene directamente de manantiales y, casi eufemísticamente, la denominan, agua primaveral. Como beber agua directamente de un río, sin ni tan siquiera mirar a los lados. “Agua con un ligero gusto dulce y suave en la boca”, aseguran. Su argumento, y es algo que recuerda a otros visionarios como los antivacunas, es que el filtrado actual del agua mata a microorganismos que son beneficiosos para el ser humano, como los probióticos. Y también nos hace menos resistentes a las infecciones, debilitando nuestro sistema inmunitario. Pero más allá de esta comercialización, lo de agua cruda se está convirtiendo en una auténtico movimiento. Incluso hay reputadas empresas que se disponen a instalar captadores de agua de lluvia en sus centros de trabajo. Captadores que, esperan, sean capaces de suministrar esta agua sin que pase por ningún filtro. Y por supuesto, sin ningún control sanitario.