Que existe un problema con los desechos y vertidos es algo evidente. Cómo la basura se ha convertido en un auténtico quebradero de cabeza. Qué hace con ella. Cómo almacenarla y procesarla. Y sobre todo, dónde. Tanto es así que existen redes de tráfico ilegal de residuos. Como si fueran armas o drogas, mafias organizadas transportan basura fuera de la ley.
Operación Tyson
Hace unas semanas Interpol puso en marcha una operación para desarticular una de estas redes. La intervención se realizó de manera simultánea en nada menos que 43 países. En esta operación, denominada Operación Tyson, se descubrieron 1,5 toneladas de vertidos ilegales.
La clava de el tráfico es que cada país tiene la obligación de tratar sus propios vertidos. Sin embargo, se trata de un proceso muy costoso. Por eso, organizaciones criminales ofrecen a los generadores de esta basura deshacerse de los desechos a precios mucho más bajos. Ningún país está libre de recibir estos vertidos ilegales.
De Senegal a España
Tanto es así que en la intervención policial se detectaron dos buques que transportaban más de 6.600 toneladas de residuos metálicos desde Senegal a España. Durante la descarga fraudulenta en los puertos se produjo un vertido incontrolado en el mar. Además, la mercancía no presentaba ningún tipo de identificación ni de composición ni de origen concreto.
Otra de las rutas recorría toda Europa, desde san Petersburgo a Barcelona. Incluso dentro del propio país se producen tránsitos no autorizados de vertidos. La Guardia Civil descubrió cómo 370 toneladas de residuos urbanos viajaron desde Gibraltar a Medina Sidonia, en Cádiz. Contenida en 34 camiones, la carga atravesó los puestos fronterizos de Gibraltar con la excusa de que volvería para ser tratada en el país origen pero finalmente fue vertida de manera ilegal.
Según Interpol, este tráfico ilegal de basura está generando grandes ingresos a las redes criminales organizadas. De hecho, se ha convertido en uno de los más rentables negocios de la mafia en Italia, toda vez que las penas impuestas son mucho menos que cuando se trata de comerciar con otros elementos como pueden ser drogas, armas o personas.
