El cielo nocturno es una estructura que permanece imperturbable. Las estrellas brillan fijas en el mismo ligar noche tras noche. Los planetas se mueven en trayectorias previsibles y la Luna cambia de fase siempre con la misma cadencia. Solo hay un cuerpo celeste que rompe esta monotonía: los cometas.

El Cometa Johnson, visto en 2015

El más célebre es el cometa Halley, pero hasta el 2062 no volverá a visitarnos. Si quieres quitarte el gusanillo antes, ahora puedes ver otro cometa cruzando nuestro cielo. Y solo necesitarás unos prismáticos para ver el cometa Johnson. Este meteoro melenudo debe su nombre a su descubridor, Jess Johnson que fue el primero en ver cómo se a cercaba en 2015. Actualmente se encuentra en una posición perfecta para ser divisado desde el hemisferio Norte, sobre todo en latitudes medias. En estos momentos brilla con un resplandor de magnitud +8 cerca de la constelación de El Boyero. En junio su magnitud aumentará hasta +6 (en la medida de resplandor los números más bajos indican más brillo). Será el momento de perihelio, cuando su órbita esté en su punto más próximo al Sol.

El último viaje

El cometa Johnson tiene una trayectoria perfecta para ser avistado con facilidad en el cielo nocturno. Tiene una órbita de 50 grados respecto al plano de la eclíptica se dirige a la órbita de Marte, que alcanzará el 12 de junio. Afortunadamente, la posición del Sol durante esas fechas provocará que sea más fácil y espectacular ver este cometa. Según los astrónomos, está será la última vez que podamos ver al cometa Johnson. Su órbita es de las denominadas hiperbólica abierta. Eso quiere decir que su viaje le acerca al Sol para después viajar a los confines del Sistema Solar. Y en este caso, todo parece indicar que Johnson superará la Nube de Oort y saldrá del Sistema Solar para vagar por el espacio y no volver jamás.