En la complicada relación entre animales y ser humano se avecina una nuevo campo de disputa. No tanto con los animales que, pobres, poco tienen que decir. Más bien entre animalistas y aquellos que ven que el ser humano depende de otras especies para sobrevivir. Para alimentarse, para vestir o trabajar la tierra. Pero ahora también para recibir órganos.

Xenotransplantes

Sí. La posibilidad de que especies como los cerdos “cultiven” órganos que puedan transplantarse a los seres humanos es un viejo anhelo de los científicos. Estos xenotransplantes parecen estar ahora más cerca. Los investigadores están utilizando tijeras moleculares para recortar virus integrados en el ADN de cerdos. La importancia de este método es que al retirar estos virus, conocidos como retrovirus endógeno porcino, se consigue que la enfermedad no se transmita al ser humano receptor del órgano. Este es uno de los grandes hándicaps de esta línea de investigación. Más allá del rechazo, la posibilidad de que agentes patógenos de los cerdos pasen a los humanos tras la recepción del órgano.

Retrovirus porcino

Este nuevo desarrollo científico es la continuación de otros por el que 62 retrovirus porcinos ya se habían reducido y se había eliminado su capacidad para reproducirse e infectar nuevas células. En este estudios se ha conseguido hacer los mismo con los 25 virus que mantenían su capacidad infecciosa. La técnica utilizada es similar a la de la clonación. Los investigadores extraen el ADN libre de virus de aquellos ejemplares en los que se ha trabajado. Y después, se inyecta en los óvulos de cerdo. De esta manera se consiguen ejemplares sin presencia de virus unido a su ADN después de que los óvulos sean fecundados e inseminados en una madre. El proceso aún no es definitivo. Es decir, la fase de estudio continua. De hecho, de los 200 embriones tratados, solo 37 cerditos llegaron a nacer y 15 se mantuvieron con vida unas semanas. Y el camino hasta que los animales puedan donarnos órganos es todavía largo.